*Uno de los Caídos era de Tapachula.
Tuxtla Gutiérrez, Chis., junio 5.- La Secretaría de Seguridad del Pueblo, a través de la Policía Estatal Preventiva, rindió homenaje póstumo a los cinco agentes de seguridad que fueron asesinados y calcinados por un grupo criminal el lunes en el municipio de Frontera Comalapa, Chiapas.
Durante los actos fúnebres, realizados en diversos municipios de Chiapas, se hicieron ceremonias protocolarias con honores y el tradicional pase de lista, acompañados de elementos operativos, banda de guerra, familiares y personas cercanas de los policías caídos.
En el municipio de Suchiapa, se rindió homenaje a la agente Brenda Lizbeth Toalá Blanco. La ceremonia inició en la parroquia San Esteban Mártir y concluyó en el panteón municipal. La ceremonia fue acompañada por la banda de guerra con el tradicional pase de lista, entrega de bandera y fotografía a sus familiares.
En el ejido Querétaro del municipio de Ángel Albino Corzo, se rindieron honores al policía Pedro Hernández Hernández.
En la colonia Andrés Quintana Roo del municipio de Jiquipilas, elementos de seguridad acompañaron a la familia del policía Jesús Sánchez Pérez. Salieron del templo de Guadalupe al panteón municipal con los honores y la entrega de los símbolos a familiares.
En el municipio de Tonalá se rindió honores al uniformado Guillermo Cortés Morales. Elementos operativos y la banda de guerra acudieron a su vivienda para el protocolo que incluyó escolta a pie tierra y un último recorrido por las calles de la ciudad.
En el panteón municipal fue el último pase de lista que concluyó con palabras de agradecimiento de su esposa.
En Tapachula, se realizó el cortejo fúnebre del policía Joel Martínez Pérez, con un acto de honores en su memoria y escoltado al panteón, acompañado por las bandas de guerra de las Policías Municipales de Cacahoatán y Tuxtla Chico.
Los restos del agente de la Policía Estatal Preventiva, una de las corporaciones que conforman la Secretaría de Seguridad del Pueblo, fueron entregados a sus familiares en la colonia Jardines de Chiapas, en aquella ciudad fronteriza.
Martínez Pérez estaba a punto de jubilarse, así que sus familiares exigieron a las autoridades que su esposa y cuatro hijos, tres menores de edad, no queden en el desamparo institucional. SUN