Tapachula, Chiapas; 03 de junio del 2021.- El desempleo en Chiapas se ha empezado a agudizar, no solo por los daños colaterales que está dejando la pandemia del Covi-19, sino también porque los éxodos de indocumentados se han ido apoderando de las pocas fuentes de empleo y con ello desplazado a los mexicanos que viven en el sur del país.
Jorge Ramos, empresario en la ciudad, dijo en entrevista para EL ORBE que, con la llegada de los migrantes, también se han desbordado otros problemas, como la inseguridad, la prostitución, el comercio informal y el narcotráfico.
Indicó que muchos extranjeros que ingresaron de manera ilegal a Chiapas están siendo contratados en talleres de todo tipo, restaurantes, obras públicas, peones, empleados de mostrador, en bodegas y otros similares, porque la parte patronal les paga mucho menos, porque no se cubren las cuotas del IMSS, Infonavit, vacaciones, nóminas, y otras obligaciones fiscales que se tienen con los mexicanos.
Mientras que, en los trabajos manuales, como los que se hacen en talleres, no hay garantías ni tampoco la calidad que se ofrece a los consumidores, ya que los indocumentados un día están y al otro se van a otro empleo.
Expresó que “los trabajadores presentan un presupuesto y se ofrece un trabajo de calidad; pero al llegar los migrantes dan un costo diferente y las personas deciden irse con ellos, aunque sean productos muy malos
En cuanto a los altos niveles de inseguridad, opinó que muchos de esos extranjeros han golpeado y asesinado a las personas “como van de paso, no se puede saber o quien son”. EL ORBE / Diego Escobar