* Los que Quedan Huyen a Tapachula Para no ser Capturados.
Tapachula, Chiapas; 21 de octubre del 2022.- Al cumplirse ocho meses desde que se aprobó el Estado de Excepción en la República de El Salvador y con ello la declaración de guerra en contra de las bandas delictivas, el gobierno del presidente Nayib Bukele, ha detenido hasta ahora a unos 56 mil personas, supuestamente miembros o relacionados con la Mara Salvatrucha 13 o la Barrio 18.
Ha sido un largo periodo en donde la opinión pública ha dividido opiniones porque es excepción permite las detenciones sin orden de captura, así como cateos e domicilios u otras propiedades sin mandato judicial, aunque las cifras oficiales señalan que los índices delictivos se han reducido históricamente.
En el balance de lo ocurrido hasta el momento, el gobierno de ese país informó que de los detenidos, un 85 por ciento son hombres y el resto mujeres.
Bukele ha intensificado sus operativos y ahora los presuntos delincuentes son buscados casa por casa, incluso en áreas rurales, montañas y otros lugares de difícil acceso.
Además, han sido detenidos alrededor de 2 mil transportistas o choferes en su modalidad de microbuses y taxis, así como de otro tipo de unidades, incluidas las particulares, por su posible asociación con esas bandas delictivas, aunque se cree que muchos de ellos lo hicieron amenazados de muerte o sus familiares.
La decisión del mandatario y el apoyo del Congreso se debieron a que en marzo los pandilleros cometieron 87 asesinatos en un solo día.
Mientras siguen las detenciones, se están impulsando reformas penales para que los castigos sean muy severos y por diferentes cargos. Además de que se ordenó borrar todos los grafitis relacionados a eso grupos juveniles, mientras que se construye una gigantesca cárcel para albergar a la mayoría de los detenidos.
Sin embargo se advirtió que con esas medidas de seguridad, muchos de los delincuentes decidieron huir del país e infiltrarse en caravanas de migrantes para llegar a Tapachula, en Chiapas, y trasladar en la ciudad fronterizas sus centros de operación, sobre todo la extorsión semanal a empresarios, transportistas, profesionistas y comerciantes, en una acción conocida popularmente como «impuesto de guerra» o «cobro de piso».
Muchos de ellos son buscados en esa nación centroamericana por delitos como homicidios múltiples, narcotráfico, lavado de dinero, extorsión, asalto, robo, ataques sexuales, entre otros.
En las últimas horas se advirtió también que los maras que ya están operando en Chiapas, han mandado atraer a sus familias para ya instalarse de manera definitiva en territorio mexicano. EL ORBE / Ildefonso Ochoa Argüello
