Galilea Montijo ha sabido ganarse su lugar en la televisión como una de las conductoras más importantes de Televisa y de otras señales. A sus 49 años tiene una amplia trayectoria en conducciones y lo sigue reafirmando estando al frente de uno de los matutinos más vistos del país.
Pero no todo fue color de rosa como actualmente lo es, afortunadamente, para Galilea. La infancia de la actriz estuvo marcada por un hecho que cualquier niña hubiera lamentado: el abandono de su padre. A pesar de los obstáculos y las angustias que pasó de pequeña, Montijo pudo salir adelante y transformarse en uno de los rostros más queridos de la televisión. Antes de ser toda una celebridad, la esposa de Fernando Reina Iglesias pasó necesidades económicas junto a su mamá por el abandono de su padre. Este hombre estuvo ausente en toda su infancia y fue su madre quien pudo costearle los estudios con mucho esfuerzo, voluntad y amor.
Una de las cosas que ha contado la conductora en entrevistas es que en su hogar muchas veces faltó la comida y que un día le prometió a su madre frente al refrigerador que siempre estaría colmado de alimentos y jamás le faltaría nada a nadie. Fue con ese objetivo y ese deseo que «Gali» pudo llegar hasta donde hoy está, disfrutando de su profesión. SUN
Conoce la Dura Infancia de Galilea Montijo
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