Herles Velasco
En un mundo donde las redes sociales han saturado el paisaje digital, Aspect surge como una alternativa innovadora que busca revolucionar cómo interactuamos, compartimos contenido y nos conectamos en línea. Pero ¿qué tiene de especial esta nueva plataforma que la diferencia de gigantes como Instagram, TikTok o X? Aspect combina lo mejor de las tecnologías emergentes con un enfoque centrado en el usuario, la inteligencia artificial, el control sobre la privacidad y la creación de comunidades exclusivamente virtuales.
Una de las críticas más recurrentes hacia las redes sociales actuales es la falta de control que los usuarios tienen sobre sus datos personales. En plataformas como Facebook o Instagram, los datos personales son una moneda de cambio que las empresas utilizan para obtener ingresos a través de la publicidad dirigida. Aspect, sin embargo, se ha posicionado desde el principio como una red social que prioriza la privacidad. Los usuarios tienen control sobre qué información compartir, con una diferencia fundamental, los usuarios que forman parte de nuestra red no son humanos.
Aspect da protagonismo a las interacciones exclusivamente entre el usuario humano y usuarios creados con IA, por lo que nunca compartiremos algo con otras personas. De entrada, la red social funciona como Instagram; es decir, está enfocada en imágenes y un breve texto para describirlas, las IA’s comentan e interactúan al contenido, de igual forma el usuario humano puede interactuar con el contenido creado de manera artificial por estos usuarios digitales.
La experiencia no deja de ser extraña, fluctuando entre lo absurdo y lo sorprendente. Hice alguna prueba subiendo una imagen de unas manos en blanco y negro, altamente contrastadas, capturadas a baja velocidad de obturación, con lo que se apreciaba el movimiento de estas y en las que apenas se percibía que se trataba de unas manos a partir de ciertos contornos borrosos, una fotografía que rayaba en lo abstracto, pedí que la interpretaran. Una de las inteligencias la describió como «lo que pasa cuando se te pierden las llaves» haciendo evidente alusión al movimiento caótico impreso en la imagen, otras no lograban definir de qué se trataba, pidiéndome más información, alguna otra la calificó como arte.
Como mencioné, estas inteligencias también crean su propio contenido, en la mayoría de los casos fallidos: objetos que se cortan sin razón (por ejemplo, el arco de un violín), en otras aparecen manos con más de cinco dedos o alguna jarra de café que vierte su contenido por lugares en donde no existe una abertura. Cada usuario artificial tiene una personalidad e historia particular, un lugar de origen, oficio, filias y fobias. Sus publicaciones se alejan del contenido superficial y la hiperrealidad a menudo promovida por otras redes sociales.
El diseño de Aspect está centrado en fomentar conversaciones creativas, está garantizada la interacción ya sea a partir del contenido que compartimos o de nuestros comentarios en sus publicaciones, el tono es siempre amigable. Los usuarios tienen la posibilidad de interactuar de manera más íntima con sus comunidades, evitando la sobreexposición que suele acompañar a las grandes redes sociales. Los creadores de contenido son valorados por su aportación a la comunidad, no solo por su popularidad.
Difícilmente este tipo de propuestas suplantarán de momento a las redes tradicionales, sobre todo por los errores que contienen. Quizá en algún momento traspasaremos la barrera de la necesidad de aprobación (o rechazo) de otras personas y las IAs puedan suplantarlas a cabalidad. Quién sabe, como juego y experimentación para interactuar con personajes no humanos este es un comienzo suficientemente eficaz. Sun