Corrupción en la Aplicación de Recursos Públicos para Obras en Escuelas Sale a Flote con las Lluvias
Ernesto L. Quinteros
Con las intensas lluvias de la temporada la infraestructura educativa ha sido de las más dañas en la región de la Costa de Chiapas.
Inundaciones, techos colapsados, pérdida de material didáctico, aulas con filtraciones, y más, son los daños reportados.
Lamentablemente, los recursos destinados para realizar obras en diferentes escuelas han sido mal aplicados, y hay muchas denuncias de presuntos actos de corrupción.
Las autoridades educativas a nivel federal se equivocaron si pensaban que la corrupción se terminaría soltando los recursos públicos a los Comités de Padres de Familia y personal docente para realizar obras de mejoramiento en las escuelas. Recursos que, por cierto, no son auditables.
Y lo comentamos porque en la actualidad hay muchas denuncias del mal ejercicio de los recursos públicos del programa de “La Escuela es Nuestra”, entre otros programas de ayuda a las instituciones educativas,porque se realizaron obras de pésima calidad, y que en la actualidad están afectando a los estudiantes.
Para muestra un botón. Ahí está la Escuela Primaria“Juan Escutia Martínez”, ubicada en la colonia El Porvenir, en la zona norponiente de la Ciudad de Tapachula, que a casi un mes de que colapsara el techo de la cancha, nadie se hace responsable de la obra de pésima calidad.
Según expertos en el tema, ese techo fue construido sin el material adecuado. Ya se la sabe estimado lector, utilizaron lo más barato.
Los más afectados son los estudiantes, porque según denuncias de padres de familia, el Director de dicha institución educativa únicamente se ha limitado en dar a conocer que tiene el dictamen de Protección Civil en donde se informa que existen riesgos para los estudiantes, y por lo tanto las clases deberán de estar suspendidas.
El techo colapsado se realizó con recursos del programa “la Escuela es Nuestra”, hace aproximadamente dos años. Incluso, el constructor, el arquitecto Omar “N”, supuestamente ya fue notificado de la situación. Pero se excusa que la garantía de la obra era solo de un año, por lo tanto, ya no se hace responsable.
Aunque obviamente, un techado de cancha “no tiene una vida útil de solo dos años”, la realidad salta a la vista, porque utilizaron material inadecuado para dicha infraestructura.
Lo más delicado de este asunto, es que nadie, ni directivos ni Comité de Padres de Familia han logrado hacer las gestiones para que por lo menos, levanten los escombros del techado colapsado, y se reanuden las clases.
Este incidente se dio el sábado 27 de septiembre, día inhábil, por lo que nadie resultó herido. Pero no queremos ni imaginar si hubiera sido en día hábil, en este momento estaríamos en el recuento de una tragedia mayor. Eso debería servir para reflexionar sobre la responsabilidad de hacer una obra de calidad.
Ante la falta de respuesta institucional, los padres de familia están advirtiendo con oportunidad, que ya se empezaron a organizar para realizar otro tipo de protestas,en donde estarán responsabilizando tanto al Director de la escuela como a las autoridades de Educación en la entidad de lo que está sucediendo.
Por eso valdría la pena que las autoridades competentes atiendan el tema, antes de que está problemática trascienda y los pobladores de la zona terminen realizando bloqueos de calles y avenidas, o lleguen a otro tipo de manifestaciones. Así que, sobre aviso no hay engaño.
Por hoy ahí la dejamos, nos leemos mañana.
¡Ánimo!
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