Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.- El obispo de San Cristóbal de las Casas, Felipe Arizmendi Esquivel, llamó a las partes en conflicto en Chenalhó a guardar las armas, “que las entierren o destruyan porque no son para matar”.
El prelado alertó de la presencia de armas de uno y otro bando; “las armas están ocultas pero a la hora de la hora salen. Esta situación es preocupante, ojala que no, pero me temo que pudiera seguir habiendo sangre”, expresó.
Aunque, puntualizó que no serviría mucho que un desarme en la zona porque muchas veces lo han intentado y no han podido. “Si no hay la convicción de las personas y grupos sólo la fuerza del gobierno no es suficiente”.
Lo que importa es “desarmar los corazones” más que sólo las armas materiales, sostuvo el líder católico.
En medio de la disputa por el poder político local, Felipe Arizmendi hizo un llamado urgente a las comunidades de Chenalhó, a sus dirigentes y a las autoridades estatales a la búsqueda de una salida pacífica al conflicto en la zona.
En rueda de prensa subrayó que debido a los problemas, los ánimos no están pacificados sino violentados y mucha gente inconforme quiere apoderarse de nuevo del palacio municipal.
La sede del Ayuntamiento fue retomada el pasado 22 de febrero por partidarios de la presidenta municipal constitucional Rosa Pérez Pérez, con resultados de dos muertos y 16 lesionados de bala.
El obispo añadió que la reinstalación de la mujer en la sede de la alcaldía, el pasado 14 de este mes, legalmente es “una buena acción” porque le corresponde por norma, pero expresó que es preocupante, “pues ya hemos visto antes y pudieran pasar después acciones violentas que a todo mundo nos preocupan”. Sun