Hoy, mi padre Antonio Melgar Aranda y su familia, se siente feliz y orgulloso que su hijo, el primer hijo de un expresidente municipal en la historia de Tapachula, llegue como alcalde constitucional.
Un expresidente municipal (1976-1978) que dejó huella con su honestidad, sencillez y resultados.
Hoy, mi hermano Yamil, 48 años después de que mi padre fuera alcalde, cumple con su legítimo anhelo y su cita con el destino.
Es una gran responsabilidad, ya que Tapachula se ha convertido en una ciudad llena de complejidades en materia de seguridad, asuntos sociales y económicos.
Estoy seguro de que, con sus capacidades humanas, su honestidad a prueba de balas y su compromiso de dar los resultados que Tapachula, nuestra Perla del Soconusco necesita, Yamil estará a la altura del desafío.
Hoy, Chiapas nos necesita. Hoy, Tapachula nos necesita, y en la nueva ERA de Chiapas, con la Dra. Claudia Sheinbaum y Eduardo Ramírez, Tapachula encontrará las soluciones y los caminos para darle firmeza al segundo piso de la Cuarta Transformación, con prosperidad económica y seguridad.
Así será. Amén.