Llámame por tu Nombre
Oscar Sieber
@neosieber
El filme es una rendición de culto a la belleza: escenarios naturales, idílicos, coloridos, durante un verano por el mediterráneo en los 80´s, sonidos armoniosos, y dos protagonistas masculinos de un físico que complacen la mirada. Toda esta comunión de sensaciones perfectamente estilizadas recrean en “Llámame Por Tu Nombre” un filme embelesador e hipnótico para nuestros sentidos.
La historia se transcurre en Elio Perlman (Timothée Chalamet), un joven de 17 años quien pasa el cálido y soleado verano de 1983 en la casa de campo de sus padres en el norte de Italia. Merecedor de su adolescencia, pasa el tiempo escuchando música, leyendo libros y nadando hasta que un día el nuevo ayudante americano de su padre llega a la villa. Oliver (Armie Hammer) es encantador, tiene varios años mayor que Elio, y ambos comparten raíces judías; también es joven, seguro de sí mismo y atractivo. Al principio Elio se muestra algo frío y distante hacia Oliver, pero pronto empiezan a salir juntos de excursión y, conforme el verano avanza, la atracción mutua de la pareja se hace más intensa.
Esta película dirigida por Luca Guadagnino es una adaptación de la novela homónima de André Aciman, libro que pueden encontrar en las librerías bajo el sello Alfaguara. El trabajo del guión corrió a manos del británico James Ivory, de quien inicialmente se había pensado tomara el cargo de la dirección, pero finalmente se concretó a favor del cineasta italiano.
Para Guadagnino ésta película representa el cierre de su trilogía que toma por unidad el tema de el Deseo, y no por lo que tradicionalmente se entendería como la continuidad de una historia. “Yo Soy El Amor” (2009), y “Cegados Por el Sol” (2015) son sus predecesoras a esta terna, por orden cronológico.
“Llámame Por Tu Nombre” es una película de género romántico, (no programada en cartelera) donde la homosexualidad es un decoro para el tema base, el deseo; y cómo surge a través de la fuerza propulsora que es la belleza. Un acontecer patológico que me recuerda al mismo que experimentaron los griegos, como fue el caso del grandioso conquistador Alejandro Magno, quien deslumbrado por la belleza masculina de otros macedonios, mantuvo relaciones homoeróticas. Una cuestión que al derivarse de otra época arrojaba otros significados sociales.
Pero la cinta desvela otros aspectos humanos, al principio el descubrimiento del amor del mismo sexo por los motivos ya mencionados, es una primera etapa, y conforme la película avanza, se desarrollan otras premisas como la resiliencia, y finalmente, a la pérdida del gran amor.
Valga pues, “Llámame Por Tu Nombre” es una película que solamente con la lectura correcta puede ser disfrutable, sensible, conmovedora e inolvidable sin importar la heterosexualidad acérrima del espectador.