Gurría en el Ojo del Huracán
Ernesto L. Quinteros
Qué manera de complicarse la existencia del presidente municipal de Tapachula, Oscar Gurría Penagos, a quien le siguen saltando los problemas por todos lados, debido a la falta de atención.
La intoxicación de los elementos de la Policía Municipal, por consumir alimentos en mal estado, ha llamado tanto la atención a nivel estatal y nacional que el caso ya llegó a los principales escritorios del Gobierno Federal y Estatal.
Bien dicen que la avaricia, prepotencia, arrogancia y falta de sencillez en los cargos públicos son malas consejeras.
Nuestros aguerridos guardianes del orden, por poquito y ya no la cuentan por andar consumiendo lo que les dan en el comedor de la corporación. Y por ello el asunto será atraído e investigado por la Auditoría Superior de la Federación (ASF), así como tendrá que intervenir la Comisión Nacional y Estatal de los Derechos Humanos, y la Secretaría del Trabajo por las condiciones deplorables de cómo tratan a los uniformados y los riesgos que corren en sus propios centros de trabajo.
Es insólito, algo casi nunca antes visto, policías municipales pudieron perder hasta la vida por intoxicación, y no por hacer su trabajo en las calles en contra de la delincuencia.
Desde ayer se anunció que los elementos de la Policía Municipal realizarían, la mañana de este jueves, una protesta, pero ya no se informó al respecto, al parecer todo quedó en un intento.
Desde hace varios días, los guardianes del orden vienen denunciando los presuntos actos de corrupción que existen en la corporación con la contratación de los proveedores de alimentos, y también con el presunto robo de combustible, personas que cobran sin trabajar (aviadores), el robo de las multas que pagan infractores, la presunta operación de un grupo “élite” que opera al margen de la ley, entre otras anomalías.
Dentro de este cúmulo de irregularidades señalan que el presidente municipal, Oscar Gurría y su esposa Laura García Arjona, presuntamente están triangulando la contratación de familiares con prestanombres para que sean los proveedores de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal, que cada mes paga sumas millonarias por el consumo de alimentos de los uniformados, con recursos federales del Fondo IV, los cuales llegan religiosamente a la Tesorería municipal cada mes.
Lo mismo sucedió en la administración del nefasto exalcalde Neftalí Del Toro Guzmán, y por lo cual en diversas ocasiones los policías municipales realizaron protestas y manifestaciones, incluso se fueron a paro de labores en un par de ocasiones.
Todo indica que la actual administración no sólo heredó deudas y un sinfín de problemas. También heredó y adoptó como suya la corrupción y abuso de autoridad de los anteriores funcionarios.
Toda esta situación le traerá graves consecuencias a Gurría quien se encuentra “en el ojo del huracán”.
Ante este escenario, el Edil tendrá que transparentar el ejercicio de los recursos públicos federales, que sirven para la operatividad de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal.
Informar qué empresa es la proveedora de alimentos y quiénes son los dueños. Cuánto se paga mensual por el servicio, y sobre todo, hacer una licitación para contratar una empresa nueva.
Además de sancionar a los funcionarios municipales involucrados en este penoso asunto.
Batean Problemas Para el Estado.
Y mientras tanto, la incapacidad de una gran parte de los funcionarios del Ayuntamiento Municipal se sigue haciendo evidente.
Lejos de resolver y contribuir a que se dé solución a los múltiples problemas que se presentan en este municipio, mejor los batean para que los atienda el Estado.
A las oficinas de la Delegación de Gobierno, que hoy tiene a su cargo Omar Ornelas Silva, llegan un sinfín de representantes de organizaciones sociales en busca de atención.
La Delegación en mención suple las funciones de operatividad política que hacía la Subsecretaría de Gobierno en la región Costa.
Desde este espacio, el funcionario estatal ya no ve lo duro sino lo tupido, a diario le hacen llegar -desde la caja de cristal- un gran cúmulo de problemas de todo tipo.
Entre ellos el de Puerto Madero, en donde los lugareños siguen inconformes por la imposición del Agente y Delegado Municipal, cuando este asunto ya lo hubiera resuelto el Ayuntamiento de Tapachula con un poquito de voluntad.
Por hoy ahí la dejamos, nos leemos mañana. ¡Ánimo!
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