Por Oscar D. Ballinas Lezama
Simulacro Nacional
Más allá de las actitudes xenofóbicas que pudieran darse en la frontera del sur de México, la presencia de miles de indocumentados provenientes de diversas partes del planeta, mantienen en un constante riesgo sanitario a la gente que habita los municipios fronterizos de Chiapas.
Para nadie es secreto que la frontera porosa del Río Suchiate, no permite que las autoridades migratorias y de salubridad, mantengan un control entre los miles de indocumentados que están pasando bajo el puente; transitan entre veredas y caminos peligrosos que los conduce al municipio de Tapachula, en donde buscan desesperadamente un salvoconducto que los conduzca a los Estados Unidos.
El éxodo de los últimos migrantes, que se quedaron fuera del programa humanitario de la actual administración federal, siguen varados desde hace varios meses en la otrora Perla del Soconusco, como diría un ex presidente mexicano, ’ni para atrás ni para adelante, sino todo lo contrario’, arriesgaron el todo por el todo y “en el pecado están llevando la penitencia”, al no alcanzar la gracia humanitaria de los primeros meses del 2019, cuando miles de indocumentados entraron y caminaron en territorio mexicano, como “Pedro por su casa”.
La falta de control migratorio y de salud de estos miles de migrantes, es una verdadera ‘bomba de tiempo’, sobre todo porque han entrado y siguen entrando por la frontera con Guatemala, cientos de hombres y mujeres oriundos de naciones en donde sus gobiernos no han podido controlar, mucho menos erradicar enfermedades mortales como el Ébola, por lo que desde el pasado mes de agosto, la Organización Mundial de la Salud, envió una alerta sanitaria a todos los países del mundo.
El virus letal del Ébola, según los científicos especialistas en el sector salud, argumentan que se contagia hasta con la saliva cuando una persona infectada habla, se lleva a la boca vasos, cucharas y tenedores en cualquier restaurante; como sucede con la famosa tifoidea o salmonella.
No se trata de causar pánico ni de fomentar la xenofobia, sino de enviar una alerta a las autoridades para que busquen cómo resolver este problema, antes que Dios no lo quiera, pudiera suscitarse una crisis sanitaria, “deben tapar el pozo antes que se vaya ahogar el niño”.
No se puede seguir minimizando el problema de la falta de atención sanitaria en Tapachula, el sector salud en sus tres niveles de gobierno debe implementar un programa que ayude a detectar cualquier persona infectada, incluyendo la enfermedad del Sida y otras de carácter venéreo, que en los últimos meses se han incrementado en este municipio y otros aledaños.
Según la OMS, presumen que ya se ha encontrado una vacuna contra el Ébola, mientras que otros organismos sanitarios juran y perjuran que en Cuba ya tienen la cura contra el Sida, argumentando que no se promueve en otras partes del mundo, debido a los intereses económicos del gremio farmacéutico.
Nos queda claro que las ‘noticias’ que se dan sobre las posibles curas de estas dos enfermedades mortales, hasta ahora no han sido corroboradas por el gobierno de México, ni de los países centroamericanos, mucho menos en Estados Unidos; así que, “mientras son peras o son manzanas”, en esta frontera sur deberían de implementarse acciones preventivas que ayuden a detectar estos flagelos de la salud, para evitar su reproducción en los municipios del Soconusco, caso contrario se puede provocar la expansión a otras entidades del país y en un descuido, cruzar el muro de la frontera norte.
En otros comentarios, los viejos entre los más viejos de nuestra región del sureste mexicano, auguran que un temblor es señal de que las aguas se irán o vengan con más fuerza; en el Soconusco, mucha gente está haciendo ‘changuitos’ para que las tormentas se vayan y espanten el fantasma del Stan, que un septiembre del 2005 se anunció con varios días de lluvias, hasta que llegó el 4 de octubre negro.
Hoy, se recuerda también las catástrofes de septiembre negro en México, fecha en que se han dado los más grandes y destructivos terremotos; hoy a las diez horas se tiene programado realizar un simulacro nacional, previendo los sismos. En el Planetario del Colegio de Bachilleres de Chiapas, al igual que en todas las escuelas del Cobach han llegado las instrucciones de la directora Nancy Leticia Hernández Reyes, para llevar a cabo ese simulacro con el que buscan concientizar a estudiantes y maestros, en las acciones a tomar en caso de un terremoto. Bien por los cobachenses.
