Gurría se Olvida del Campo
Ernesto L. Quinteros
Pobreza, miseria y marginación se sigue viviendo en el sector campesino en el municipio de Tapachula. ¡Y si el campo se hunde, la ciudad también!
Este rubro ha sido olvidado por completo por el aún Edil, Oscar Gurría Penagos, pues el tema tampoco forma parte de su engañosa campaña publicitaria, con el pretexto de su primer Informe de Gobierno Municipal.
A diferencia de otros municipios, la Perla del Soconusco cuenta con una amplia zona rural, son cientos de comunidades rurales, cantones y rancherías que viven de lo que producen.
Desgraciadamente, esta administración municipal no realizó ningún programa o proyecto de ayuda a ese sector de la población.
La situación que viven es grave, ya que los jóvenes de las zonas rurales están migrando en busca de mejores condiciones de vida.
Sobre todo en busca de empleo, y es por ello que la gran mayoría opta por irse a trabajar a los Estados del norte del país que colindan con los Estados Unidos.
Cuando el Edil morenista anduvo en campaña, ofreció apoyos, dijo que se le invertirían recursos municipales al campo.
Incluso -afirmó- que dentro de la estructura municipal se tendría un área especializada para atender a la población campesina. Desgraciadamente sólo inventaron áreas en el Ayuntamiento para darle trabajo a sus incondicionales.
A un año de gestión de la administración municipal morenista, no se puede esconder que este sector está abandonado a su surte.
No hay apoyos oficiales de parte del Ayuntamiento, ni si quiera ha servido de intermediario o gestor ante dependencias estatales y federales, que es donde se manejan los programas más fuertes en apoyo al sector campesino.
Veremos qué informa Gurría y compañía en este rubro el próximo 5 de Octubre, o será que se atreverán a decir que los camiones recolectores de basura que rentaron a un costo millonario, están generando empleo y desarrollo en la zona rural del municipio.
La inexperiencia del Alcalde en la administración pública municipal, le está pegando fuerte a diferentes sectores de la población, quienes hartos de los engaños de administraciones pasadas decidieron dar un voto de confianza a los candidatos emanados de las filas del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), sin embargo, ya se decepcionaron y arrepintieron.
Según estudios de Organismos No Gubernamentales, en México, “la pobreza y la miseria rural” está llegando a niveles alarmantes en el último año.
Y por ende el campo tapachulteco no es la excepción, se vive una severa crisis, desde las costas en la comunidad de Puerto Madero, con sus pescadores y palaperos, hasta lo más alto de la montaña en la comunidad de Pavencul, zona indígena que también sigue marginada, y que subsiste de la producción del café.
Valdría la pena informarle al Edil y a su amplio equipo de asesores que de diez centavos que circulan en el comercio de la ciudad de Tapachula y la región, seis provienen del sector campesino, que sigue en espera de que la cuarta transformación llegue.
Independientemente de la nula actividad o trabajo para ayudar al sector campesino por parte de funcionarios locales, la crisis en el campo se dejó sentir más debido a que muchos programas sociales fueron cancelados o cambiados de nombres a nivel federal y hoy en día se sigue viviendo una restructuración, que ha durado muchos meses, y los recursos de diferentes programas sociales no llegan a quienes verdaderamente lo necesitan.
Mientras, el Edil se la lleva relajado, nadando de muertito. A un año de gestión, al igual que en otros rubros, en el campo, Oscar Gurría no tiene buena coordinación con las instancias estatales y federales. Los resultados negativos están a la vista.
Por hoy ahí la dejamos, nos leemos mañana. ¡Ánimo!
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