“Ya no vemos lo duro, sino lo tupido” (refrán popular)
México, en el Pico
Oscar D. Ballinas Lezama
Si el subsecretario de Salud, Hugo López Gatell, ya le tomó la medida al virus del Covid-19, este 6 de Mayo del 2020 los mexicanos están llegando al pico de la pandemia; habrá que esperar al menos 15 días más para comprobar que la curva de contagios se está aplanando y pueda dar un respiro al pueblo azteca, que ya no ve lo duro sino lo tupido.
A contrapelo de los buenos augurios profetizados por el funcionario federal, el secretario de Salud en Nuevo León, Manuel de la O Cavazos, jura y perjura que en México la cúspide de contagios se tendrá hasta fines de mayo; hay una diferencia de casi un mes entre los vaticinios de ambos expertos en salud, quienes defienden a capa y espada su visión y dejen entrever que el virus actúa de manera diferente en cada entidad’ (¿?).
En lo que coinciden ambos médicos, es que lo peor de la pandemia aún está por venir, ante su irremediable expansión, por la desobediencia de miles de personas que siguen sin tomar en serio al virus mortal. De la obediencia de la gente para respetar las medidas de prevención contra la peste, depende el éxito de bajar el número de contagios.
Pese a los esfuerzos de los mandatarios y funcionarios de los tres niveles de Gobierno, la pandemia parece estarlos rebasando por la carencia de material suficiente para protección de los trabajadores del Sector Salud, que hasta ahora han venido trabajando a la buena de Dios y un gran número de médicos, enfermeras, camilleros y laboratoristas, sobre todo, han caído en el frente de batalla al arriesgar sus vidas día con día.
En el fragor de esta guerra contra un enemigo invisible, el Sector Salud se ve envuelto en el escándalo de presuntos actos de corrupción en la adquisición de ventiladores para ser usados por los contagiados de Covid-19, los que se dice fueron comprados a sobreprecio y han creado un gran escándalo en medio de la turbulencia sanitaria.
La caja de Pandora fue abierta en el Estado de Hidalgo, en el área de Servicios Administrativos y Coordinación de Abastecimientos y Equipamientos de la jefatura de Operación Administrativa desconcentrada del Seguro Social de esa entidad, por la adquisición de 20 ventiladores con un valor de un millón 550 mil Pesos cada uno; presuntamente fue una compra hecha a sobreprecio, considerando que en el mercado estos aparatos tienen un costo por unidad de 650 mil Pesos, según las primeras investigaciones que se han hecho.
Trascendió que los 20 ventiladores se adquirieron en adjudicación directa con la empresa intermediaria ‘Cyber Robotic Solutions, S.A. de C.V., propiedad de Manuel Bartlett Jr, hijo del titular de la Comisión Federal de Electricidad, quien niega exista un conflicto de intereses, y afirma que todo fue hecho al amparo de la legalidad, sin embargo, la Federación tendrá que aclarar paradas para no empañar el espíritu de anticorrupción que ha tomado como bandera el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Por cierto, la señora Claudia Sheinbaum, flamante gobernadora de la Ciudad de México y posible aspirante a la Presidencia de la República, se enfrenta al tribunal conformado por el pueblo sabio de este país, que la quiere sentar en el banquillo de los acusados por la supuesta compra de varios ventiladores para enfermos de Covid-19, por los que al parecer su Gobierno pagó 2 millones 680 mil Pesos por cada uno de estos aparatos. El presidente López Obrador, afirmó que se investigarán las denuncias y quienes resulten responsables serán castigados. Así sea. Por cierto, Manuel Bartlett Díaz, actual titular de la CFE, ni suda ni se acongoja por los altos costos del servicio de energía eléctrica, importándole un cacahuate la crisis sanitaria y económica que está viviendo el pueblo mexicano, pretextando que la Comisión Federal de Electricidad necesita dinero para pagarle a sus trabajadores, por lo que no pueden condonar pagos ni bajar costos a los usuarios; la pandemia no será considerada pretexto para no pagar el recibo, quien no cumple recibirá el corte respectivo. Ni la burla perdonan.
Por desgracia, para el pueblo de México, en estos momentos aciagos para todos nuestros representantes populares no pueden levantar la voz, el Coronavirus los tiene encuarentenados y por si fuera poco, el ‘chapulín colorado’ ya falleció; así es que habrá que seguir ‘flojitos y cooperando’ para sobrevivir la pandemia y los abusos de algunos funcionarios de esta cuarta transformación. Sólo nos queda un milagro de Dios, no hay que perder la fe.
