Por Oscar D. Ballinas Lezama
Otra Terrible Profecía
“Allí será el llanto y el crujir de dientes” (Lucas 13:28)
Un verdadero caos está originando la pandemia del coronavirus en el país, sobre todo en la Ciudad de México, donde “el más chimuelo masca vidrio y el más pelón se hace trenzas”; todo mundo se está aprovechando de la tragedia sanitaria “para llevar agua a su molino”.
Los hospitales privados están “haciendo su agosto en pleno mayo”, cobrando desde 50 mil hasta 2 millones de pesos por unos cuantos días de atención a los enfermos de Covid-19, mientras el traslado en ambulancia tiene un costo de 5 mil a 20 mil pesos, según la distancia que tenga que recorrer llevando el infectado.
Las autoridades de salud a nivel nacional “quieren echar las campanas al vuelo”, argumentando que este fin de semana los mexicanos podrían estar viendo el achatamiento del virus, sin embargo, muchos lo dudan porque el número de contagiados y muertos por coronavirus va en aumento, provocando la saturación de los hospitales públicos.
El subsecretario de la SSA en México, Hugo López-Gatell, manifestó públicamente que el número de contagiados podría aminorar a fines de mayo, profetizando que para el próximo mes de octubre el coronavirus regresará y que lo hará acompañado de la terrible influenza, añadiendo el funcionario que ambas pestes no se irán hasta el mes de marzo del 2021, “Lo garantizo, como lo hice cuando anuncié que el Covid-19 llegaría a México”, apuntó el funcionario.
De ser cierta esta nueva profecía del consentido presidencial, la sociedad mexicana sería pulverizada por el regreso de las dos pandemias, ya que la gente a duras penas estaría reponiéndose del duro golpe sanitario y económico que está resintiendo desde el mes de marzo, “ahí sería el llanto y el crujir de dientes”.
En Chiapas, el esfuerzo del Gobernador Rutilio Escandón Cadenas y funcionarios de su gabinete, así como algunos Alcaldes con los que ha trabajado hombro con hombro, han logrado contener en mucho la pandemia, considerando que por la cultura de los chiapanecos que está mezclada por miles de los extranjeros que deambulan en esta entidad, principalmente en los municipios fronterizos del Sur de México.
Pese a todo, el ejecutivo estatal no “arría banderas” y apuntalado por su secretario de salud, José Manuel Cruz Castellanos, el Fiscal General, Jorge Luís Llaven Abarca, entre otros funcionarios de su gabinete, han podido “ir sacando el buey de la barranca” al darle una batalla frontal al coronavirus; oficialmente se ha informado el rescate “de las garras de la muerte” de más de 80 contagiados de Covid-19, que con la atención médica brindada por el Estado lograron librar salvarse.
El Gobernador chiapaneco, reconoció que ha iniciado la etapa más difícil de la emergencia sanitaria, por lo cual es sumamente importante que la gente cumpla con las indicaciones de higiene y aislamiento social que han recomendado los expertos en salud.
“En nuestras manos está la solución, no hay otro medicamento más que cuidarnos”, apuntó el gobernador de Chiapas, exhortando además al pueblo para que se laven constantemente las manos con agua y jabón, así como el mantener la sana distancia.
Por lucha no ha quedado, sin embargo, aún existe mucha gente que se cierra a obedecer las reglas de prevención y salen a las calles, celebran fiestas, no usan el cubre boca ni guardan la sana distancia, sobre todo ahora que el Presidente de la República manifestó que a nadie se le puede obligar por la fuerza a obedecer las acciones preventivas contra la pandemia.
Los que están “que ni los calienta el sol”, son los norteamericanos que han sido los más afectados por el coronavirus, para colmo de males ahora sufren también el ataque de abejas asesinas que están acabando con los apiarios y matando a muchas personas.
Mike Pompeo, Secretario de Estado de EUA, ya lanzó su amenaza velada contra China, manifestando que están investigando los motivos que tuvo un laboratorio de aquel país para liberar el Coronavirus; de comprobarse que fue un acto de mala fe de los asiáticos, “Troya podría arder” y Dios nos libre de una tercera guerra mundial, la que no dejaría piedra sobre piedra.
