La Administración de Joe Biden y Kamala Harris en Estados Unidos comienza este miércoles 20 de Enero a las 12:00 del día (hora de Washington). La toma de posesión del Presidente y la primera vicepresidenta se celebrará en Washington bajo las más estrictas medidas de seguridad, forzadas por la pandemia y las amenazas de grupos de extrema derecha tras el asalto al Capitolio del 6 de Enero. También será el primer relevo desde 1869 donde el actual mandatario no esté presente para entregar el testigo a su sucesor. Más de 10,000 miembros de la Guardia Nacional han sido desplegados en la ciudad para la ceremonia. Se espera que para este miércoles la cifra de uniformados llegue a los 25,000, dos veces el número de reservas utilizadas en las ceremonias pasadas. Las autoridades capitalinas han pedido no viajar a la ciudad para la investidura y que lo mejor será seguir el evento por televisión.
¿Cómo Será la Ceremonia?
Biden llegará al Capitolio a las 11 horas (tiempo de Washington) para convertirse en el Presidente 46 de Estados Unidos. El acto iniciará a las 11:15 en las escalinatas de la parte oeste del complejo que alberga al Congreso estadounidense como se hace desde la investidura de Ronald Reagan, en 1981. Se prevé que Donald Trump abandone Washington la mañana del miércoles con dirección al Estado de Florida. Debe volar antes del mediodía, pues después ya no puede utilizar el Air Force One.
Los eventos públicos han sido limitados. No se llevará a cabo el tradicional desfile por la Avenida Constitución. Tampoco el baile inaugural, pues el centro de convenciones que lo acoge está convertido en un hospital de campaña para atender la pandemia. El número de invitados que presenciarán el juramento ha sido reducido. Biden dará su primer discurso después de haber jurado el cargo desde el escenario montado en las escalinatas centrado en la reunificación del país. No habrá público en la explanada del National Mall, cerrado a los peatones. Los organizadores han ocupado ese espacio, donde tradicionalmente se realizan masivas concentraciones, con casi 200,000 banderas de los Estados en representación de quienes no podrán acudir.
¿Quiénes Estarán Presentes?
Además de los miembros de la Cámara de Representantes, el Senado y el Gabinete, solo un puñado de invitados podrá presenciar el acto en persona. Los expresidentes Barack Obama, George W. Bush y Bill Clinton acudirán acompañados de Michelle Obama, Laura Bush y la excandidata presidencial Hillary Clinton. El exmandatario Jimmy Carter, de 96 años, no viajará a Washington por primera vez desde que dejó la Casa Blanca, en 1981. El vicepresidente saliente Mike Pence sí acudirá a las escalinatas del Capitolio.
Biden jurará al mediodía con una biblia que ha estado en su familia desde finales del siglo XIX. Leo O’Donovan, un sacerdote jesuita que fue presidente de la Universidad de Georgetown, estará a cargo de la oración inaugural, minutos después de las 11:15.
La popular cantante Lady Gaga será la encargada de cantar el himno nacional. A este momento seguirá una lectura de poesía de Amanda Gorman, una joven autora afroamericana de 22 años cuya obra se enfoca en el feminismo y los temas de raza.
La actuación musical de la ceremonia de investidura estará a cargo de Jennifer Lopez. Por primera vez desde 1949 no habrá baile inaugural.
Se va Trump y en Washington Queda el Tufo de Insurrección.
A unas horas de que Joe Biden tome juramente como el Presidente constitucional número 46 de los Estados Unidos y se ponga punto final al atípico mandato de Donald Trump, en la capital de este país pulula un tufo de insurrección y de miedo a una lucha armada.
La Casa Blanca y el Capitolio, símbolos del capitalismo, la democracia y la libertad que tanto presume Estados Unidos, están acordonados y vigilados por cientos de policías y agentes especiales sin contar que las calles y accesos de Washington son vigilados por 25 mil soldados.
El fervor por la llegada de Biden o el carpetazo a la pesadilla llamada Trump, como le dicen algunos, se desvanece a la vista de cualquier persona con el acordonamiento de la ciudad capital que parece que se prepara para repeler el ataque de un regimiento de terroristas.
El miedo a una réplica de la sedición del asalto al Capitolio, acto llevado a cabo por parte de miles de fanáticos y seguidores de Trump que él mismo incitó, tiene en vilo a 25 mil elementos de la Guardia Nacional, al país y al mundo.
Las avenidas y calles que rodean a los edificios del Gobierno Federal están vedadas a peatones y vehículos, la Guardia Nacional cerró los puentes que conectan a Washington D.C. con el Estado de Virginia y en dichas infraestructuras que pasan arriba del río Potomac, colocó retenes.
Las armas de alto poder en los hombros de miles de soldados de la Guardia Nacional, vehículos militares blindados y equipos tácticos de la policía y agencias federales vigilando con binoculares desde azoteas en edificios, intimidan y hacen pensar en una zona de guerra como Bagdad.
La fiesta de la democracia estadunidense con Biden como actor principal en el Capitolio, no será atestiguada por decenas de miles de personas. El acto y las celebraciones que conlleva, en gran parte debido a las restricciones por Covid-19, enteramente se trasmitirá de manera virtual.
Los templetes y balcones blindados en los que se encontrará Biden y la vicepresidenta Kamala Harris acompañados de sus familiares, atañen al tufo de insurrección un pensamiento de inseguridad y miedo a las turbas de fanáticos discípulos del discurso de odio de Donald Trump.
Ni en momentos álgidos de la guerra contra el terrorismo internacional como la que libró el Pentágono contra el saudí Osama bin-Laden antes de ser eliminado y después de los ataques de 11 de Septiembre de 2001, la capital de Estados Unidos se enfundó el uniforme de batalla.
El enemigo insurrecto al que se prepara para repeler la democracia estadunidense son fanáticos y seguidores de Trump, ciudadanos de Estados Unidos armados con todas las de la ley, a quienes ahora su propio Gobierno bautiza como terroristas domésticos.
Nadie apuesta ni quiere el enfrentamiento armado, menos en la asunción de Biden a la Presidencia, no obstante, Trump que estará en su mansión de Florida este 20 de Enero para mirar desde lejos lo que ocurra en Washington, ya inoculó con su veneno a los “terroristas domésticos”. Apro/Agencias