Miguel Ángel Mancera Espinosa
Senador de la República
El fentanilo es una amenaza latente a la salud, se trata de un narcótico 50 veces más potente que la heroína, lo que implica que la persona consumidora queda enganchada con porciones más pequeñas, aumenta el riesgo de muerte por sobredosis y genera afectaciones musculares que provocan que la persona adicta se mueva como un zombie de «Walking Dead».
Asimismo, le genera a los traficantes las mismas ganancias que otras drogas, pero con menores volúmenes. Esto permite transportarla en formatos más difíciles de detectar, incluida la falsificación de medicamentos. Es tan grave el incremento en la cantidad de muertes por sobredosis provocadas por esta droga, que el Gobierno de Estados Unidos (EU), ha marcado con alta prioridad su combate.
Se sabe que el fentanilo consumido en ese país se produce y trafica a través de China y México, ya que se fabrica aquí o se elabora en el país asiático e ingresa al continente a través de nuestros puertos. Existe evidencia de colaboración entre organizaciones criminales transnacionales (OCT’s) mexicanas y asiáticas para el tráfico de fentanilo desde China, aunque, como apuntamos, cada vez se desarrollan mayores capacidades para su producción en México, lo que puede ser una señal de que las OCT’s que operan en el territorio nacional esperan obtener más ganancias si modifican la cadena de suministro.
El Gobierno de Biden, tiene el objetivo de reducir la oferta de fentanilo mediante la cooperación entre países y considera su tráfico como una responsabilidad común de México y EU. Ello explica que en fechas recientes el subsecretario de Asuntos Antinarcóticos de Estados Unidos, Todd Robinson, nos visitara para dialogar específicamente sobre este asunto, pues, a pesar de los decomisos realizados por autoridades mexicanas, el trasiego continúa y de 2020 a 2021 la cantidad de muertes por sobredosis relacionadas con drogas aumentaron en 15%.
Recapitulando: el fentanilo tiene más potencia que cualquier otra droga y ha generado una crisis sanitaria para EU; no se ha logrado detener el trasiego, ni la producción que se ha detectado también se realiza en nuestro territorio; con el fentanilo hay involucradas OCT’s que operan en Asia; es la droga más lucrativa del mercado según la DEA; su consumo conlleva un alto riesgo de sufrir una sobredosis; su producción no requiere grandes extensiones de tierra, por lo que se dificulta su detección; a diferencia de las drogas tradicionales, que se adulteran para aumentar la cantidad ofrecida, en el caso del fentanilo se hace para generar nuevos efectos; su método de tráfico y distribución es en formato de medicamentos, lo que disminuye la amenaza para los narcotraficantes, pues la falsificación de medicamentos tiene una pena de entre 3 y 15 años de prisión, mucho menor a la que corresponde al tráfico de otras drogas.
Por todo lo anterior, es vital tomar consciencia de su peligro y legislar con urgencia sobre la falsificación de medicamentos opioides pues, sin duda, existe un grave riesgo de que México pase de ser un país de trasiego y producción a un país consumidor, lo que necesariamente implicaría la pérdida de muchas vidas. Sun
