Pedro Isnardo de la Cruz y Juan Carlos Barrón
«El tribunal (de Washington) no puede concluir que nuestra Constitución otorga a los expresidentes inmunidad absoluta por cualquier delito federal que hayan cometido mientras estaban en el cargo». Juez federal Tanya Chutkan, noviembre de 2023.
Trump pierde así uno de los cuatro casos que litiga ante el sistema judicial estadounidense, en los que tiene imputaciones por su actuación en los hechos del 6 de enero de 2021.
El argumento de los abogados de Trump en su defensa es que el exPresidente Trump debe tener siempre el privilegio de tomar decisiones de manera unilateral, premisa clásica del liderazgo empresarial autoritario.
El supuesto aduce el privilegio presidencial de la concentración del poder y del ejercicio del liderazgo sin consecuencias políticas y penales.
A su vez, los seguidores de Trump creen vehementemente que lo que se necesita es una autoridad fuerte.
Para el juez de la causa antiTrump, a nadie debe permitírsele ese nivel de autoridad arbitraria al Presidente en funciones, incluso después de que haya dejado su cargo federal.
Asimismo, al mismo tiempo en que Trump enfrenta estos escenarios de fragilidad avanza el impeachment político contra el Presidente Biden, con argumentos similares, al pretender utilizar protecciones presidenciales en sus intentos de quedar inmunes ante responsabilidades penales federales.
En los tribunales de Florida, Georgia y Nueva York, los abogados de Trump podrán continuar la misma línea de defensa de impunidad judicial presidencial: el amplio margen de maniobra y discrecionalidad que debe tolerarse a la autoridad ejecutiva.
Ambos caminos llevan a mediano plazo a un escenario contraproducente: el eclipse del Estado de Derecho y la debilidad institucional del poder presidencial estadounidense. Sun