COMAR es Rebasada en su Capacidad de Atención en Tapachula
Ernesto L. Quinteros
Cientos de migrantes abarrotan por completo las oficinas de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR), ubicadas en la 8ª Sur esquina con 4ª Calle Poniente en la Ciudad de Tapachula; en donde los extranjeros todos los días buscan afanosamente obtener el estatus de “refugiado”, con lo que también podría lograr apoyos económicos por parte del Gobierno mexicano.
Los extranjeros realizan largas filas en espera de un turno para ser atendidos, y llegan desde muy temprano.
La historia se repite una y otra vez en esta región fronteriza de Chiapas, en donde el fenómeno migratorio sigue rebasando por mucho a las autoridades federales.
Mientras tanto, los elementos del Instituto Nacional de Migración siguen siendo señalados por la comunidad migrante varada en Tapachula, de cometer presuntos actos de corrupción.
Para nadie es un secreto que los migrantes que tienen recursos económicos, son mejor atendidos y les agilizan sus papeles. Claro, no es de gratis, existen denuncias de que presuntamente pagan fuertes sumas de dinero, y en Dólares.
En contra parte, miles de migrantes de diversas nacionalidades, se quedan varados en Tapachula.
No los atienden, no los deportan y tampoco les permiten salir de Tapachula o del Estado de Chiapas.
Es por eso que en esta localidad, hay familias migrantes que llevan seis meses o más esperando que les den la atención en COMAR y el INM.
Nada nuevo, todo sigue igual, y como siempre los que ganan con toda esta situación son los traficantes de personas.
Es obvio que ante su desesperación, los extranjeros buscan la manera de pagar fuertes sumas de dinero a grupos delictivos, para que los trasladen hasta el centro y norte del país.
Sin embargo, se exponen a ser secuestrados por grupos delictivos que operan en diferentes zonas de México.
Porque también hay que decirlo, el secuestro de migrantes en la actualidad es de los negocios más lucrativos para el crimen organizado. Incluso, más que el tráfico de drogas hacia los Estados Unidos.
Ante este escenario, se espera que en los próximos días los extranjeros y activistas defensores de los derechos humanos se vuelvan a organizar, para que una vez más partan de la ciudad de Tapachula en “una nueva caravana” que como siempre, salen en un enorme contingente y se terminan disipando a lo largo de la región Costa de Chiapas, antes de llegar a territorio oaxaqueño.
Y peor aún, es muy recurrente que los migrantes realicen protestas en su recorrido, pero lo más delicado, es que en varias ocasiones han bloqueado la Carretera Costera. Sobre todo en el tramo de Huixtla.
Desafortunadamente los más afectados con toda esta situación que se repite una y otra vez en esta zona del país, son los ciudadanos. Así como los empresarios y transportistas de carga que cada que hay un bloqueo, reportan pérdidas económicas millonarias. Y nadie se hace responsable de esas afectaciones.
Es por eso que urge que las autoridades federales, y nuestro valientes representantes populares, como diputados y senadores, se pongan las pilas para atender esta crisis migratoria. No hay más.
Por hoy ahí la dejamos, nos leemos mañana.
¡Ánimo!
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