Migrantes Enfrentan Inseguridad Laboral en la Frontera Sur de México
Ernesto L. Quinteros
La Ciudad de Tapachula está catalogada como una de las ciudades más caras del país, ya que el fenómeno migratorio mueve los precios de productos y servicios.
Es del dominio público que los extranjeros tienen que comprar comida a precios más elevados, así como deben pagar servicios más caros como hospedaje y alimentación.
Son miles los que están a la espera de la respuesta de las solicitudes de asilo o refugio que han hecho ante autoridades migratorias, y a la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR).
Los albergues y centros de atención para estas personas están saturados y algunos se quedan sin recursos para sobre llevar su estancia de espera en esta región de la frontera sur.
Son muy pocos los que logran ingresar a programas del Gobierno Federal, que brinda un apoyo económico mensual para las personas en contexto de movilidad. Recursos que llegan a través de la Secretaría del Bienestar.
Por eso son cientos de migrantes que buscan empleo prácticamente de lo que sea, desplazando la mano de obra de la localidad.
Albañiles, pintores, plomeros, radiotécnicos, obreros, etcétera son en ocasiones contratados por algunas empresas particulares.
Lamentablemente, esta población no cuenta con seguridad social o tampoco saben de derechos laborales.
La misma necesidad los obliga a trabajar por sueldos muy bajos y con jornadas laborales extenuantes.
En medio de esta crisis migratoria están prácticamente atrapados en Tapachula. Ciudad que en las recientes semanas se ha convertido en un gigantesco albergue al aire libre, y no hay poder humano que detenga las oleadas de migrantes de diversas nacionalidades que siguen llegando a la localidad.
Y retomamos el tema, porque los derechos laborales de los migrantes están siendo violentados en esta región de la frontera sur.
Para muestra un botón, el pasado sábado, un migrante de origen hondureño perdió la vida al sufrir una descarga eléctrica mientras pintaba un inmueble frente a la plaza comercial Cristal, al sur de la Ciudad.
Según testigos, dicha persona, con el rodillo que pintaba tocó un cable de alta tensión, lo cual provocó que se precipitara desde una altura de aproximadamente siete metros, lo cual le provocó la muerte.
Al lugar llegaron paramédicos del grupo SAE y Protección Civil, quienes constataron que Eduardo “N”, de origen hondureño, ya no presentaba signos vitales.
La tragedia conmocionó a la comunidad migrante varada en esta localidad, ya que dicha persona estaba a punto de recibir su documentación migratoria que le permitiría salir de esta Ciudad y continuar su viaje con rumbo a Estados Unidos, en donde tenía la intención de reunirse con su familia. Lamentablemente encontró la muerte mientras trabajaba.
Servicios Periciales realizó el levantamiento del cuerpo y está en espera de que sus familiares hagan la respectiva reclamación, para realizar la repatriación del cadáver y darle cristiana sepultura.
Por el momento se desconoce para qué empresa particular trabajaba en esta ciudad, y si el trabajador contaba con los servicios de seguridad social y laboral que marcan las leyes mexicanas, para atender este tipo de casos.
Por hoy ahí la dejamos, nos leemos mañana.
¡Ánimo!
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