Por Ernesto L. Quinteros
Dura Realidad Enfrentan Migrantes Mexicanos en Estados Unidos
Regresar a territorio mexicano es casi impensable para los paisanos que trabajan en los Estados Unidos, ya que llevan varios años viviendo en la Unión Americana, y allá lograron un patrimonio y una familia.
Por eso su mundo y sus sueños se están derrumbando con las políticas antiinmigrantes impulsadas por el nuevo inquilino de la casa blanca Donald Trump.
Debido a esa situación un buen porcentaje de mexicanos que viven de manera ilegal en el vecino país del norte están tomando una difícil decisión, que es enviar a México todos sus bienes, porque si llegan a caer en manos de las autoridades migratorias de ese país son deportados sin nada, y prácticamente lo pierden todo.
Dinero, artículos de valor, pero sobre todo, vehículos, son lo que están mandando los mexicanos desde diversas ciudades de los Estados Unidos a sus lugares de origen para evitar perderlo todo. Porque se trata de su patrimonio, por lo que lucharon muchos años.
La situación es más compleja de lo que parece, porque son miles de migrantes los que están en ese inminente riesgo de perderlo todo. Y las afectaciones en términos económicos es de pronósticos reservados, para ellos y sus familias, si las autoridades de EU, siguen con esa cacería de indocumentados. Sin duda, algo muy lamentable.
Y para muestra un botón, recientemente Carlos Alberto Verdugo Aguilar, coordinador de la Unión Campesina Democrática en el Soconusco, dio a conocer que lamentablemente los connacionales están realizando sus procedimientos legales de manera incorrecta para enviar sus vehículos a municipios de Chiapas, que colindan con Guatemala.
Ya que se les hace fácil mandar los vehículos a Puerto Barrios en Guatemala y después buscan la manera de como ingresar las unidades a territorio nacional.
Destacó que este es un fenómeno que han venido detectando de unas semanas para acá, precisamente después que entró el presidente Donald Trump al poder, por lo que muchos connacionales que están en Estados Unidos de manera ilegal, ante el temor de que los puedan deportar y no puedan ya hacer nada por sus propiedades allá, sus posesiones en el vecino país del norte, han estado enviando sus vehículos aquí a la frontera sur.
Derivado de esa situación han estado orientando a la paisanada, para que mejor regularicen sus unidades en la frontera norte de México, en donde las pueden ingresar sin problemas, y al traerlas a Chiapas para emplacar. Porque si las ingresan a Guatemala y después las traen a territorio nacional, es más difícil poder legalizar las unidades.
Comentó que, en las últimas semanas, en las oficinas de la UCD ubicadas en la ciudad de Tapachula, han llegado por lo menos unas 50 o 60 personas con la inquietud de que los envían sus familiares en EU para saber cómo afiliarse a la organización. Pero siempre les informan que lo importante es legalizar la unidad en la frontera norte del país y traer la unidad a Chiapas y aquí emplacar.
SIGUEN DEPORTANDO A MIGRANTES
Los críticos del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, siguen sosteniendo que el magnate republicano no va a lograr cumplir el compromiso de deportar cada año, a un millón de migrantes ilegales de diversas nacionalidades que se encuentran en diversas ciudades de la Unión Americana.
Sobre todo, tomando en cuenta el número de deportaciones en lo que lleva de gestión.
Sin embargo, como sea, ha puesto a temblar a millones de personas migrantes que se encuentran viviendo de manera ilegal en ese país. Además de utilizar este tema para chantajear y obtener beneficios económicos y políticos de otros países como México.
Por cierto, a la ciudad de Tapachula, a través del Aeropuerto Internacional, han arribado un promedio de 643 connacionales, no sólo de Chiapas sino también de otras entidades del país.
El pasado domingo aterrizó en dicho aeropuerto el quinto avión con deportados. En esa ocasión fueron 128 mexicanos, 111 hombres y 17 mujeres de diversas entidades de la República Mexicana, quienes fueron recibidos por las autoridades migratorias de México.
Los connacionales recibieron atención médica y su respectiva tarjeta con 2 mil 500 pesos para poder retornar a sus lugares de origen.
La pregunta es: ¿lograrán adaptarse a su nueva vida en territorio mexicano? No hay nada más difícil para cualquier persona, que sacarla de su zona de su zona confort. En fin.
Por hoy ahí la dejamos, nos leemos mañana. ¡Animooo!
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