Para Mar Solís, hija de Marco Antonio Solís, «El Buki», llevar el peso de su apellido en la música ha sido un desafío constante. Muchos podrían pensar que su camino sería más fácil por su herencia, pero ha sido distinto.
“Algunas veces se decepcionan cuando escuchan mi música porque no es igual a la de mi papá”, confesó Mar en entrevista. Al principio, enfrentó dificultades para manejar la presión de continuar con un legado tan grande, ya que, al ser hija de un artista de la talla de Marco Antonio, muchas personas creen que entrar a la industria es más sencillo, pero la joven cuenta que en sus inicios le costó ganarse el respeto del público, ya que las comparaciones y prejuicios eran inevitables.
“Sentí que era más difícil porque las personas tienden a compararme con mi papá”, añadió. Pero Mar trabaja para cuidar el mensaje que transmite a través de su música. Para ella, cada letra debe ser una manifestación de amor y autenticidad. Cada vez que se sube al escenario, su objetivo es crear un espacio donde el público pueda sanar, liberarse emocionalmente y ser ellos mismos sin temor.
“Es esencial que quienes se conectan con mi música sepan lo valiosas que son. Cuando trabajamos desde el amor, el universo siempre nos devuelve ese amor de alguna forma”, reflexionó.
A pesar de su deseo por forjar un camino propio, siente un profundo vínculo con las canciones de su padre, que la han marcado por la forma en que capturan el amor en todas sus dimensiones. “Mi papá siempre escribe temas que hablan de la esencia del ser humano. El amor es la mayor fuerza, y también trato de que esa sea la base de mi música”, dijo la cantante de 24 años. SUN
Mar Solís Busca su Propio Camino
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