El cine de Darren Aronofsky siempre ha estado marcado por la intensidad obsesiva y atmósferas perturbadoras de sus protagonistas que no dan tregua. Desde «Pi: El orden del caos» de 1998, un matemático enloquecía intentando descifrar la fórmula secreta del universo.
En «Réquiem por un sueño», con Jaret Leto, llevó a sus personajes al límite de la adicción, y en «Black Swan», con Natalie Portman, retrató el ballet como un descenso hacia la psicosis. En ese «método Aronofsky» la persistencia, el control y la obsesión eran ley y la incomodidad del espectador era su objetivo, pero la diversión apenas un efecto colateral en el filme.
“Hago una película cada dos años, así que es emocionante. Me asombra cómo los miembros del equipo van de proyecto en proyecto; es un trabajo agotador. Muchos regresan porque todos sienten que es como una familia, aunque no sé si lo viven con la misma intensidad con la que yo lo hago”, admite.
Con «Caught Stealing» (Atrapado robando), que llega a salas mexicanas este jueves 28, de agosto Aronofsky da un giro inesperado y presenta algo diferente de los que nos tiene acostumbrado: la diversión y el humor son parte de su historia.
El «método Aronofsky» no desaparece: se transforma. La historia sigue a Hank Thompson (Austin Butler), un exjugador de beisbol que intenta rehacer su vida como mesero en el Nueva York de los años 90. Todo parece estable hasta que un favor inocente: cuidar el gato de su vecino punk (Matt Smith), lo arrastra al submundo criminal de la ciudad.
Aronofsky mantiene algunas constantes: la persistencia sigue siendo su principio rector. «Siempre habrá muchos ‘noes’. La persistencia probablemente es la cualidad más importante, junto con la emoción por el material». Algunos otros temas que han sido recurrentes en su filmografía también se mantienen. La maternidad, por ejemplo, vuelve a ser el ancla emocional en esta historia basada en la novela y guion de Charlie Huston. SUN
Darren Aronofsky Relaja su Método
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