La cantante Ángela Aguilar baja orgullosa de un avión privado. A un costado de la puerta principal, la aeronave tiene impresa una «N», por lo que los fans no tardan en especular que pertenece a su esposo, Christian Nodal. Pero no sólo ellos, también los influencers aprovechan para, sin fundamento, atraer vistas a sus videos con especulaciones sobre el jet: «Así es su avión», «Esto cuesta», «Checa el avión que Ángela compró antes que Nodal».
La verdad, aunque la cantante y su esposo suelen usarlo seguido, no se trata de un avión particular, ni ellos son las únicas figuras del que se han subido a él. Ese Gulfstream G-IV SP (un ejecutivo de gama alta, de categoría «heavy jet») ha sido atribuido falsamente a cada celebridad que lo ha tomado en los últimos años. Por ejemplo, produjo la misma reacción en Argentina, en agosto de 2023, cuando Luis Miguel llegó con él a Buenos Aires para el inicio de su último tour.
El viaje de 2023 no fue el primero: en 2015, el cantante Luis Miguel ya había volado en la misma aeronave rumbo a Mérida y luego a Buenos Aires. Pocos jets encarnan el poder como el Gulfstream G-IV SP, una de las joyas de la aviación ejecutiva. La aeronave combina velocidad, alcance y lujo: alcanza los 850 km/h y puede volar sin escalas de Toluca a Nueva York o, con una sola parada técnica, hasta Buenos Aires, como hizo El Sol.
La propiedad de este jet favorito de los famosos es, según constan registros oficiales, de la empresa Naviera Mexicana, y su operador es Performance Air. Esta última es una aerolínea dedicada a realizar vuelos de categoría business en aviones privados (taxis aéreos); posee 24 aeronaves en total, con base en el aeropuerto de Toluca.
“Sí trabajamos con la mayoría de los artistas serios que dan conciertos en el país, al igual que volamos a muchos jugadores de futbol internacionales, artistas y cantantes estadounidenses cuando visitan México”, detalla. SUN
El uso de Avión Privado Eleva el ego de Famosos Hasta las Nubes
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