La Caravana del Otro Lado del Suchiate, en Espera Compañeros.
*Gerdarmería Nacional Acordona los Puentes Internacionales.
*En Municipios Fronterizos Suspenden Clases y Cierran Comercios.
*EN SUCHIATE Y TALISMAN CRECE LA TENSIÓN, AL PERMANECER VARADA LA CARAVANA DE HONDUREÑOS, QUE ESTÁ A LA ESPERA DE OTROS CONTINGENTES PROCEDENTES DE EL SALVADOR Y GUATEMALA Y HACER PRESIÓN PARA INTERNARSE EN TERRITORIO MEXICANO.
Tapachula, Chiapas; 18 de Octubre.- Elementos federales se enfrentaron a golpes en la tarde de este jueves a un grupo de migrantes que trató de impedir la detención del activista, Irineo Mujica Arzate, originario de Michoacán y uno de los líderes visibles de la organización Pueblos Sin Fronteras, quien los había encabezado en los últimos días en sus protestas en contra de diversas autoridades y organismos para exigir refugio a esos extranjeros.
Por la mañana, Irineo había estado al frente de una marcha en la que participaron unos 70 migrantes en Tapachula, quienes más tarde se trasladaron al municipio de Suchiate, en donde se instalaron para recibir a la caravana de hondureños que partió de esa nación centroamericana el sábado, con rumbo a Chiapas.
A su llegada a Ciudad Hidalgo, las autoridades locales les dieron dos espacios para que fueran utilizados como albergues temporales, en tanto llegaba la caravana.
En esa comunidad fronteriza, el grupo realizó también una marcha hasta llegar a la ribera del río Suchiate, que sirve de referencia a la franja limítrofe entre México y Guatemala.
En esos momentos, de acuerdo a testigos, Policías Federales y del Instituto Nacional de Migración (INM) llegaron hasta ellos y detuvieron al activista, ocasionando que los migrantes trataran de impedirlo y se iniciara un zafarrancho a golpes.
Se habla de que en la trifulca hubo varios lesionados por ambos bandos y que, incluso, se habían detenido a tres extranjeros, aunque no fue confirmado por fuentes oficiales.
Un par de horas después se informó que Irineo había sido remitido ante un Agente del Ministerio Público de la Procuraduría General de la República para que rindiera su declaración, pero se desconoce los delitos que se le imputan y tampoco cuál es su situación legal.
Cabe mencionar que Mújica había sido detenido también apenas este 5 de Septiembre en Tijuana, Baja California, cuando protestaba en una estación de policías por el arresto de un hondureño.
Cuatro días antes, había encabezado una marcha con las comunidades migrantes y personas en situación de calle en esa misma ciudad.
Ese grupo de migrantes decidió quedarse en Ciudad Hidalgo, en espera de que arribe la caravana y se forme un solo contingente.
Desde el martes habían arribado a esa ciudad cientos de elementos federales y de otras corporaciones policíacas para reforzar la seguridad y la soberanía nacional, ante la inminente llegada del contingente de hondureños, quienes lograron entrar a Guatemala violentamente.
¿Y Cómo Están las Cosas en el Otro Lado de la Frontera?
La caravana siguió su paso hasta unos 80 kilómetros antes de llegar a la frontera con Chiapas. En un rápido operativo, el Gobierno de Guatemala aseguró y expulsó del país a Bartolo Fuentes, exdiputado del Partido Libre de Honduras, a quien se le señala de haber encabezado la caravana.
Eso generó que los migrantes se quedaran ahí varados y se dividieran en tres grupos, incluyendo a uno que decidió retornar a su país.
Los dos que se quedaron decidieron seguir por rumbos separados hacia la frontera. Uno de ellos se diseminó y se ha perdido el rastro, mientras que el otro, de unos 600 hondureños, alcanzó a llegar a la comunidad de Tecún Umán, a un kilómetro de la línea divisoria.
Por la tarde del miércoles llegaron hasta la orilla del río, en donde entonaron el himno nacional de su país y por ello se creía que cruzarían el afluente en esos momentos. Sin embargo, del lado mexicano, había cientos de policías y eso, por lo pronto, evitó el encuentro.
Mientras todo eso ocurría, otros grupos de migrantes partieron de diversas regiones de Guatemala con la intención de también unirse a esa caravana impulsada desde las redes sociales.
Se calcula que entre la noche del jueves y la madrugada de hoy viernes, arribarían a Tecún Umán entre 6 y 8 mil personas para tratar de entrar a México, a como dé lugar.
Guatemala también movilizó personal policíaco y vigila la frontera con helicópteros. Se cree que en cualquier momento podrían realizar algún operativo de disuasión y de verificación migratoria.
La tensa calma y la presencia de los uniformados obligaron a que cientos de balseros, de ambos lados de la frontera, paralizaran sus actividades cotidianas de paso de personas de manera ilegal y de miles de toneladas de mercancías de dudosa procedencia.
Las balsas fueron amarradas en los dos litorales del Suchiate, en espera de que los migrantes se decidan cruzar de manera multitudinaria y requieran de sus servicios.
El comercio lo resintió porque muchos locales establecidos decidieron suspender sus actividades. Otros, como la mayoría de los bodegueros, optaron por cerrar sus establecimientos, quizá por la presencia de los uniformados.
En lugares como Tapachula, los principales centros comerciales empezaron a sufrir de desabasto de algunos productos que, se cree, llegan por toneladas todos los días desde Guatemala, como frutas, verduras, despensa, azúcar, mariscos, flores, derivados de lácteos, carne de res y de puerco, entre otros.
Ante el temor de lo que pueda pasar, Comités de Padres de Familia y maestros de infinidad de escuelas acordaron en la tarde de este jueves suspender las clase en municipios como Suchiate, Tapachula y Huixtla, aunque no hubo pronunciamiento de parte de la Secretaría de Educación ni del magisterio.
Diversos representantes de sectores productivos expresaron su preocupación porque temen que en esa caravana pudieran venir también delincuentes infiltrados, como los marasalvatruchas.
Otros representantes de organizaciones civiles, se refirieron a religiosos, políticos y activistas de derechos humanos que están exigiendo que dejen el paso libre a la caravana, a que sean ellos los que asuman la responsabilidad de atender a los migrantes.
En una misiva dijeron que los sacerdotes, pastores y otros religiosos, deben prestar sus viviendas, oficinas templos, iglesias y hasta el Seminario, para que, como buenos samaritanos, acepten a que se vayan a vivir ahí los migrantes, se les alimente, vista y se les brinde asilo permanente, incluso que les donen sus aportaciones económicas y diezmos mensuales.
Y es que se considera que el cruzar la caravana a México sin cumplir con lo establecido en la Ley de Migración, será una violación flagrante a la soberanía del país y sería, quizá, un precedente para que otros miles de indocumentados hicieran lo mismo y, ya estando en territorio nacional, exigir sean atendidos en materia de salud, alimentación, vivienda, educación, entre otros.
Mientras que, encaminarlos para que solamente crucen el Estado, sería enviarle el problema a otra entidad, hasta que lleguen a la frontera norte, en donde tendrían que quedar varados, porque Estados Unidos no los va a dejar pasar.
Las lluvias intensas que han azotado a la Frontera Sur de Chiapas también ha sido un factor para detener la marcha de los centroamericanos, lo que provocó el aumento del caudal del río Suchiate.
Hay un clima de suspenso en los límites entre México y Guatemala. Se teme que en cualquier momento los migrantes podrían intentar entrar por la fuerza a Chiapas y ser repelidos por la autoridad, aunque eso está aún por escribirse en la historia de esta región. EL ORBE/Ildefonso Ochoa Argüello