Tapachula, Chiapas; 25 de Noviembre del 2025.- En el ejido Llano La Lima, ubicado en la región cacaotera del Estado, la transformación productiva ha tomado fuerza. “Aquí inicialmente éramos un ejido 100% cacaotero, a raíz de la monilia hicimos el cambio a la floricultura, que se ha dado muy bien”, explica Miguel de Jesús Villatoro Fabiel, productor y ejidatario. Hoy, después de dos décadas de trabajo, el cultivo de flores exóticas se ha consolidado como una actividad rentable y en expansión.
La comercialización abarca tanto el mercado local como el nacional. “Enviamos al mercado local y al mercado nacional, a la Ciudad de México, a Cancún”, afirma Villatoro. La diferencia de precios es significativa: “Aquí el precio es de 400 pesos; en la Ciudad de México se incrementa como a 700 pesos la caja”. De toda la producción, un 20% se envía fuera del estado, mientras que el resto se queda en la región.
El interés por estas flores ha crecido en los últimos cuatro años, impulsado por la difusión y la creatividad en los arreglos. “Si las combinamos en cuanto al volumen y los colores, eso le ha dado más auge, y la gente aprecia lo que tenemos”, comenta. El cultivo, asegura, es accesible y de bajo mantenimiento: “Es un producto muy noble, que todavía no tenemos incidencia de plagas muy fuertes”.
En la zona, cerca de “100 familias” trabajan en unas 40 hectáreas dedicadas a la floricultura, terrenos que anteriormente estaban sembrados de cacao. Sin embargo, con programas como Sembrando Vida, ya se ha empezado a intercalar nuevamente el cultivo tradicional.
Sobre el futuro, Villatoro es optimista: “El potencial es muy alto… nos ha dado para vivir decorosamente”. Incluso, proyectos como el Ferrocarril Interoceánico representarían un impulso adicional: “Definitivamente sí ayuda, porque son flores que tienen bastante duración y llegan muy bien”.
La floricultura en Llano La Lima florece, literalmente, como una alternativa sólida y orgullosamente regional. EL ORBE/ JC





