Tapachula, Chiapas; 04 de Septiembre del 2020.- De acuerdo a Diego Alberto Martínez Méndez, especialista adscrito al Grupo Médico A 21, en territorio nacional hay un incremento considerable de la diabetes, el pie diabético y las amputaciones.
En entrevista para EL ORBE, señaló que en el caso del pie diabético, es una enfermedad grave a consecuencia de la diabetes mellitus, y en México el 7 por ciento de la población en general la padece, es decir, millones de personas.
«Está documentado que entre un 80 o 85 por ciento de los pacientes que presentan amputación de la extremidad, tuvieron antecedentes de úlceras en el pie. Entonces esto hace que el pie diabético sea una enfermedad a la que debemos prestarle muchísima atención», dijo.
Y es que precisó que, tan sólo en el grupo de edad de los 60 a los 80 años, el 21 por ciento de esa población va a presentar diabetes en algunos de esos periodos de su vida.
Por eso hizo un llamado a la población a aprovechar las campañas para poder atender esa problemática, en donde se enfocan en la prevención primaria de la enfermedad, la cual va a consistir en realizar una consulta de valoración.
En ellas, generalmente, se va a educar a los familiares, al paciente y a las personas que son responsables del afectado, para que tengan las medidas higiénicas adecuadas y un control glucémico estricto; además del uso correcto de calzado para que no les precipite a evolucionar esa patología», abundó.
Para llegar al pie diabético opinó que influyen diversos factores, como el daño a los nervios, conocido como la desmielinización. Es decir, con el paso de los años padeciendo diabetes, una persona se va a ver afectado en su sistema nervioso y perderán la sensación.
Por ejemplo, una persona normal que va caminando y le aprieta mucho el zapato lo siente, pero los que tienen afectados los nervios, ya no.
Eso repercute, con el paso del tiempo, en una afectación también de los vasos sanguíneos, o sea, la sangre no llega correctamente a la piel y hace que se debilite, queda más frágil y es donde se va engrosando, lo que se conoce como callosidad.
Posteriormente, hay un sangrado por debajo de la piel, lo cual va a disponer a la aparición de las úlceras. Para entonces el sistema inmune innato va a estar abolido prácticamente y las células que se encargan de reparar el daño de una lesión, van a actuar de manera más lenta.
Así también, las células que se encargan de eliminar las bacterias o agentes ajenos a la piel, la que tampoco van a estar actuando adecuadamente y, por lo cual, va haber un mayor riesgo de producir una infección.
Recomendó a los diabéticos hacer un chequeo diario de los pies, apoyado de un familiar que le esté revisando si no hay lesiones, además de prominencias óseas en los lados laterales del pie y en los dedos, a la par de una higiene adecuada.
Asimismo, secar bien los pies después de bañarse para que no haya humedad y no se predisponga un mayor riesgo de infección; no usar zapatos muy ajustados o que le queden flojos porque eso puede llevar a que haya una aparición más rápido de esas lesiones.
Aunque lo más importante, según recalcó, que tengan un control adecuado de la glucemia, porque sin esto, una herida como tal no va a evolucionar adecuadamente.
Las campañas contra el pie diabético buscan, precisamente, reducir las amputaciones por esas causas, ya que al paciente le resulta muy caro atender esa patología y es una carga adicional para la familia, porque el afectado ya no puede hacer sus cosas por sí mismo. EL ORBE / M. Cancino
Advierten Sobre Aumento de Pacientes Con Pie Diabético y las Amputaciones
