Elegante, de saco y sombrero blanco, con un caminar lento pero seguro. Así entra Joaquín Sabina al escenario del Auditorio Nacional acompañado por las notas del tema «Cuando era más joven», y por los gritos de emoción del público que lo recibe. El español toma asiento y toma una guitarra para cantar sobre las cosas que hacía cuando era joven, una época que ya quedó atrás, pues hoy el hombre de 74 años ya no recorre el escenario caminando, sino que prefiere sentarse y entregar todo al público a través de su voz, lo cual no es cosa menor.
“Buenas noches, México, bienvenidos. Qué gusto y qué placer estar aquí, y qué emoción después de tantos años saber que nunca van a dejarnos solos”, dice provocando los gritos del público. “Para mí (este concierto) tiene un sabor especial, primero porque yo entré a toda América por este lugar, fue el primer sitio que hice en América cuando entonces no era tan impresionante como ahora”. Sabina, el de la voz grave y rasposa, no podía elegir un mejor título para su gira: Contra todo pronóstico. El español así se ha mantenido en los últimos años, pasando adversidades y problemas de salud, pero logrando subir al escenario para interpretar su música en contra de todo.
No lo logró este miércoles cuando canceló el show que tenía agendado en el Auditorio Metropolitano de Puebla, pero sí lo hizo la noche de ayer, llenando el Auditorio Nacional. “Quiero pedir toda clase de perdones a la buena gente de Puebla porque el otro día les fallé. La culpa la tuvo la venganza de Moctezuma que me revolvió el estómago y me secó la garganta”, explica. SUN
Joaquín Sabina Celebra la Vida, la Música y a México
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