Huixtla, Chiapas; 27 de Enero.- Familiares de pacientes que acuden al Hospital General de Huixtla denuncian que todos los días hay traslados de reos esposados, encadenados y con los ojos tapados, para su curación en dicho nosocomio, y siempre van custodiados por un fuerte dispositivo de seguridad para evitar fugas o ser rescatados por comandos, y temen que se vaya a originar una balacera como las que se dan en el norte del país, a pesar de que dicho reclusorio cuenta con una unidad médica, pero no funciona.
Algo que pone en zozobra a la población, ya que cuando llevan un interno, médicos y enfermeras se ponen muy activos, suspenden las consultas regulares y la atención a pacientes de la población, dándole prioridad a los reclusos, la presencia de hombres armados en el hospital de Huixtla se ha convertido en cotidiano, y parece que fuera el hospital del centro penitenciario.
Argumentan los médicos que existe un convenio del hospital con el centro penitenciario para atender a los reclusos enfermos, pero dicho hospital público no cuenta con medidas de seguridad para estos casos, y en cambio sí hay un gran riesgo para todos los ciudadanos que acuden a recibir atención médica, pues en este edificio se atienden, en su mayoría, a mujeres embarazadas y niños de 14 municipios de la Costa y Sierra Mariscal del Estado de Chiapas. EL ORBE/Luis Javier Ramos