Ake Loba había sido la mentira más grande del futbol regio en los últimos tiempos. Los Rayados pagaron cerca de 8 millones de dólares por los servicios del marfileño, pero lo que habían recibido a cambio había sido apenas un gol y tres juegos, debido a las constante lesiones y bajas de juego.
Hasta que despertó, al igual que están despertando los Rayados. De la mano de Loba, Monterrey le dio la vuelta y derrotó 2-1 a los Bravos de Juárez, que dieron férrea pelea, muy brava, pero al final la diferencia de planteles pesó.
Ante la ausencia de Vincent Janssen, suspendido y Avilés Hurtado, lesionado, a Antonio Mohamed no le quedó de otra que ingresar al africano, quien al final le salvó el juego.
Y lo salvó porque los regios se fueron abajo en el marcador cuando Darío Lezcano (26’) puso arriba a los fronterizos., hecho injusto porque los regios fácilmente fallaron cuatro claras de gol, sobretodo de Rogelio Funes Mori quien falló jugadas de manera inocente.
Y cuando todo parecía más oscuro llegó la luz de la mano de Ake Loba. Primero con una palomita (49’) y después con el pecho (58’), sólo en el área chica. Pero Juárez no dejó de pelear, no dejó de luchar y en más de una ocasión puso en peligro a Hugo González. Monterrey llegó a doce puntos y el FC Juárez se quedó en seis.