* Incertidumbre en Empresarios del Sector.
Tapachula, Chiapas. 18 de octubre del 2020.- De llegarse a concretar una nueva ley que prohíbe el uso de uniformes en las escuelas, pondría en aprietos a las empresas o industrias que se dedican a la confección de uniformes, de bordados y de estampado, además de la pérdida de empleos.
La Asociación de Comerciantes Establecidos y Propietarios de Inmuebles de Tapachula (ACEPITAP), estableció que se ha enterado de la propuesta de esa nueva ley que limitaría el uso de uniformes en todas las escuelas.
“La población escolar es bastante alta y en caso de que se prohibiera el uso de uniformes en las escuelas, las empresas de ese ramo se verían muy afectadas ya que el 80 por ciento de ellas vive de eso”, señalaron empresarios afiliados a esa organización.
Asimismo, «se estaría ante la posibilidad de que muchas industrias, incluso las microempresas, llegaran al cierre de sus negocios, lo que sería desastroso por la pérdida de empleos.
Consideraron que, antes de echar a andar esta nueva ley, debió haber un estudio sobre los pros y contra en la aplicación de la misma.
Es decir, ver si realmente hay beneficios con el hecho de prohibir el uso de uniformes, porque de aplicarse, los únicos realmente perjudicados serían los empresarios que se dedican a la confección, bordado, estampado y sublimado de uniformes.
La alternativa para las empresas afectadas sería buscar nuevos mercados, aprovechando la infraestructura con que ya cuentan, y de esa forma hacer menos perjudicial la entrada en vigor de esa nueva ley.
La cancelación en el uso de los uniformes ha sido una demanda generalizada de la población, fuego de que consideran que es un gasto innecesario, puesto que las clases son virtuales desde casa.
Así también, se han hecho señalamientos que los únicos beneficiados son los empresarios que se dedican a la confección, pero en perjuicio de la economía de la población, justo ahora cuando hay una severa crisis derivada de la contingencia. EL ORBE / Nelson Bautista
NOTA DE LA REDACCIÓN: Por otro lado, se beneficiaría a los padres de familia y se reducirían gastos innecesarios que se generan cada que inicia un nuevo ciclo escolar.