Tapachula, Chiapas; 03 de agosto del 2021.- Ante el ascenso de casos de Covid-19 y sus variantes que está afectando en la población de forma masiva, se ha visto un aumento de personas en los antros de vicio, bares y cantinas donde no se respeta la sana distancia y el uso del cubrebocas.
Luis Enrique López Gonzáles, director del Centro de Intervención y Capacitación para el Desarrollo Humano, destacó en entrevista para EL ORBE que la venta indiscriminada de bebidas alcohólicas está proliferando, lo que detona en problemas graves, defunciones y afecta al tejido social.
En los tugurios son los jóvenes que se están contaminando, recalcó, sobre todo con la nueva variante “Delta”, que está afectando a la población que va desde los 20 años incluso a niños-
“Si esta variante está afectando a los jóvenes y son ellos los que más se están exponiendo en los estos lugares y no se están cuidando, se está hablando de un riesgo que se va empezar a percibir, porque los hospitales están saturados y es un tema público y no se atiende”, agregó.
Asimismo, que se ha perdido miedo a la enfermedad y al cuidado de las medidas sanitarias.
A los padres de familia recomendó llevar a sus hijos solo a lugares abiertos donde puedan desahogar ese estrés, “porque muchos de los jóvenes dicen me voy a los antros porque estoy aburrido de esa continencia, y pienso que, como familia debemos tener actividades sociales como el mar, la montaña”, opinó.
Aunque dejó en claro que, si en la familia hay violencia, maltrato, alcohol, mariguana y cocaína, además de los daños colaterales de la pandemia, muchos de los jóvenes se quedaron atorados y al no poder convivir en las escuelas y no sociabilizar con sus compañeros todo eso lo desahogan en los antros, donde no hay un control sanitario de lo que debería ser
“Los temas de ansiedad, depresión y angustia, relacionados con las drogas, normalmente se atienden entre 5 y 6 pacientes de primera vez y de ahí subsecuentes se tiene de 30 a 40 personas cada semana, dependiendo del tratamiento que lleven”, comentó.
De igual forma, que los que están más en riesgo son los niños y jóvenes, “puesto que, al no convivir en la escuelas o lugares donde se desarrollaban, ahora se han vuelto esclavos de la tecnología y la televisión, la computadora, los videojuegos, las bebidas alcohólicas y las drogas. EL ORBE / M. Blanco