* Invaden el Primer Cuadro de la Ciudad y se Niegan a ser Reubicados.
Tapachula, Chiapas; 06 de Agosto del 2022.- «Desde octubre del año pasado las autoridades municipales echaron a andar un programa de reubicación de vendedores ambulantes para mejorar la imagen del primer cuadro de la ciudad, pero muy poco se ha conseguido en virtud de que es un tema muy complicado por la actitud y reacciones violentas de los migrantes, que son ahora los principales vendedores informales».
Así lo dio a conocer en entrevista con rotativo EL ORBE, José Arturo Rojas Cárdenas, Secretario de Servicios Públicos del Ayuntamiento local, quien dijo que primero se pensó en mandar a los vendedores al mercado Los Laureles, al oriente de la Ciudad, y que al estar ahí ubicada una oficina de la Comar, ayudó a que la medida diera buen resultado y se dispersó un poco la venta ambulante en el centro.
Sin embargo, señaló que han estado ingresando más extranjeros y otra vez, vuelven a posesionarse de las calles céntricas para comercializar sus productos o alimentos entre los mismos connacionales. Y aunque los empleados de Servicios Públicos están atentos para no permitir esta actividad, los migrantes muestran actitudes violentas e incluso, hasta han golpeado a los Inspectores.
Los trabajadores municipales únicamente van provistos de un chaleco y una credencial, dijo, pues su misión es dialogar e invitar a los vendedores a que se reiteren del centro, y que solo cuando hay reincidencia, se ven en la necesidad de decomisarles sus productos, lo cual pueden recuperar los migrantes luego del pago de una sanción.
El problema no es solo con los indocumentados, sino hasta con la misma población local, ya que si la dependencia hace el desalojo de informales en el centro, los mismos ciudadanos se oponen y apoyan a los migrantes, peor si ven que se les va a decomisar sus productos.
Es un asunto confuso porque gran parte de sociedad pide que se limpie el centro de la venta ambulante, y por otro, cuando se ejecuta la acción de no dejar que los migrantes estén con sus ventas en las calles, la gente local empieza a denostar el trabajo del municipio y hasta insulta a los empleados, indicó. EL ORBE / Nelson Bautista