*Se Comercializa en Mercados de la Ciudad sin Vigilancia de las Autoridades.
Tapachula, Chiapas; 6 de Octubre del 2023.- Toneladas de mercancía de contrabando entran todos los días a territorio nacional desde Guatemala, entre ellas medicamentos de dudosa procedencia y calidad, lo que pone en riesgo la vida de los consumidores, bajo la complicidad de algunos funcionarios.
En torno a ese tema Eladio Gutiérrez, comerciante del centro de la Ciudad, dijo en entrevista con rotativo EL ORBE, que cualquiera puede ver que hay mucho medicamento que circula y la mayoría de estos provienen de Centroamérica, «lo peor de todo es que son productos falsos».
Reconoció que está por todos lados porque la población compra ese tipo de productos, pero que los consume por falta de información y de vigilancia de las autoridades.
Es parte del comercio ilegal que se da en la localidad y llega de contrabando, sostuvo; además, eso se ha ido incrementando muy rápido en los últimos años, «porque antes decías cuáles eran tus malestares, tomabas un tecito y listo».
Por su parte, José Alberto Trujillo Aguilar, también comerciante, agregó que otro de los factores que ha contribuido a ese aumento es que los artículos de contrabando son más baratos que los originales y, en el caso de las medicinas, a mucho menor precio que el de las farmacias locales, esto atrae a los consumidores.
«Eso también está ocasionando muchos problemas, ya que no vienen garantizados que sean beneficiosos para la salud o traen algunas contradicciones después de administrarlos. No se sabe, porque lo venden sin receta y vienen de contrabando», destacó.
Hay un mayor consumo porque ahora se venden en muchas partes y a la vista de todos, incluso de las autoridades. «Están alrededor de los mercados San Juan y Sebastián Escobar, en las calles, invaden banquetas de todo tipo de contrabando, medicina, trastes, ropa, es una competencia desleal que tienen hacia el comercio que ya está establecido», señaló.
Dejó en claro que esa mercancía no paga impuestos y las mismas autoridades dan su permiso para que crucen esas cosas y las puedan vender sin que nadie los moleste. «Es un gran descaro y por el río se puede pasar todo lo que usted quiera, desde un clavo hasta un carro”.
El riesgo siempre es para la población que recurre a esos medicamentos, «sobre todo porque no son administrados con una receta médica y es muy probable que sean falsos, no tengan garantía, los comercialicen bajo el agua, no sabemos si son aplicados en laboratorios, son clandestinos o cómo se hacen”, indicó.
Pidió a las autoridades federales que se finquen responsabilidades penales en contra de aquellos funcionarios que por su omisión permiten la venta impune de esos medicamentos, porque la salud y la vida misma de la población está de por medio. EL ORBE / JC