«Soy paciente trasplantada y presido la Fundación Mario Robles Ossio, en honor a mi papá, quien murió por enfermedad renal crónica. Debo tener conocimiento sobre el tema para sobrevivir y saber compartirlo con los nuevos pacientes», señala contundente Marisol Robles, cuya organización brinda acompañamiento al paciente con insuficiencia renal. Y es que los riñones son clave en el engranaje humano. Son los encargados de filtrar desechos y exceso de líquidos de la sangre, eliminándolos a través de la orina. Además de esta función, regulan la presión arterial, equilibran los electrolitos y fomentan la producción de glóbulos rojos. No por nada, la enfermedad renal crónica (que engloba la pérdida de estas funciones) se convierte en una situación de vida o muerte.
Difundir la necesidad de cuidar la salud de los riñones de manera preventiva y darles visibilidad a los pacientes con ERC son grandes pendientes en México; por eso, Marisol impulsa la creación del Registro Nacional de Pacientes Renales, pues a pesar de ser considerada una afección catastrófica en nuestro país, hasta el momento se desconoce el número exacto de casos en cualquiera de sus estadios.
«Son dos cosas importantes: el registro, para saber cuántos somos y establecer estrategias puntuales de atención, y trabajar en la prevención secundaria en quienes ya identificamos que están más cercanos a un problema renal, para darles herramientas que los hagan retardar más su llegada a un tratamiento sustitutivo porque, una vez ahí, todo se vuelve carísimo y cuesta arriba», dijo la experta.
Datos de la Secretaría de Salud estiman una prevalencia de la ERC de 12.2% en la población adulta y una tasa de 51 defunciones por cada 100 mil habitantes, por lo cual está considerada dentro de las principales causas de mortalidad en México, apunta el doctor Raúl Edgar Santacruz, médico adscrito al Servicio de Nefrología en el Centro Médico Nacional Siglo XXI. «Esto indica, seguramente, que está infradiagnosticada. Por ejemplo, la segunda causa de muerte en México, según el Inegi, es la diabetes mellitus; de quienes la padecen, alrededor de 40% van a desarrollar enfermedad renal crónica. Probablemente, muchas de las causas de defunción fueron secundarias a problemas relacionados con la función renal», detalla.
Además de ser uno de los motivos más frecuentes de atención en hospitalización y en servicios de urgencias a nivel nacional, esta enfermedad provoca un impacto económico significativo, pues un trasplante renal en México cuesta al menos 176 mil pesos; la diálisis peritoneal y la hemodiálisis tienen un costo de 412 mil y 453 mil pesos cada una, de acuerdo con el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP). Y, de seguir en aumento, será insostenible para nuestro sistema de salud, advierte el especialista. «El incremento en ERC ha ocasionado que más de la mitad de los recursos asignados a la salud en México se inviertan en el tratamiento de enfermedades crónicas. Sin embargo, lo más importante es la pérdida de años de nuestra población», enfatiza el especialista en Nefrología de Alto Nivel.
No todo es estrés: chequeos de rutina y prevención son la clave
Ante el terreno ganado por la ERC en México, el reto es promover la prevención ya que uno de cada 10 la padece en alguno de sus estadios y no sabe; aunado a patologías como diabetes, hipertensión, obesidad, enfermedades crónicas mal controladas, así como exposición a suplementos alimenticios y automedicación, comenta el nefrólogo.
«Necesitamos programas enfocados a la salud renal y enfermedades crónico-degenerativas. En el caso de pacientes terminales, incentivar la donación del trasplante renal, pues en nuestro país existe muy poco esta cultura de donación, a pesar de los esfuerzos de legisladores, organizaciones públicas y privadas», resalta Santacruz.
Marisol coincide e invita a no atribuir los malestares al estrés. «No normalicemos sentirnos mal. Debemos familiarizarnos con ciertos indicadores como la presión arterial o la glucosa para detectar cualquier irregularidad; esto hace la diferencia en un diagnóstico oportuno». Por último, la presidenta de la Fundación hizo un llamado a la población para cuidarse desde la infancia, pues si una persona mantiene una alimentación sana desde pequeña, podrían evitarse «la tragedia de una enfermedad renal. Y si en la familia ya hay un paciente con ERC, es una oportunidad para que los demás cambiemos nuestra forma de vida».
Toma nota
El doctor Raúl Edgar Santacruz comparte estos consejos, al alcance de todos, para promover la salud renal:
* No fumar: el cigarro eleva la posibilidad de desarrollar todo tipo de cáncer, entre ellos el de riñón. Asimismo, favorece la progresión de la enfermedad renal crónica.
* Realizar ejercicio: estar activos y en forma nos ayuda a mantener en niveles óptimos la presión arterial y las grasas; y a disminuir el avance de males crónicos, sobre todo a nivel cardiovascular.
* Procurar un peso saludable: los riñones trabajan de más cuando una persona tiene sobrepeso u obesidad y, como una maquinaria, entre más los forcemos, más rápido se van a desgastar.
* Evitar el consumo de sal o reducir la ingesta de alimentos procesados, embutidos y altos en sodio.
* Controlar nuestra glucosa: monitorearla, sobre todo, si hay antecedentes familiares con diabetes.
* Estar bien hidratado: no se recomiendan cantidades excesivas de agua, pero sí hidratarse, en especial, en temporadas de calor.
* Hacer nuestro historial familiar: conocer si hay o hubo parientes con problemas renales, pues ciertas enfermedades pueden tener un patrón hereditario.
* Hacer una evaluación de nuestros riñones: saber que no estamos tirando proteína y estar atentos a cualquier alteración.
* No automedicarnos: en particular, tener cuidado con el uso de suplementos alimenticios o sustancias para bajar de peso, así como de analgésicos sin prescripción médica. Sun
Enfermedad Renal Crónica, Enemigo Silencioso de México
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