Plan con Maña
Oscar D. Ballinas Lezama
Duro paquete tiene ahora los mexicanos, luego de que los últimos acuerdos políticos con los Estados Unidos condicionaron al Gobierno azteca a recibir y mantener a miles de migrantes indocumentados, que, por razones humanitarias, ingresaron por la frontera sur en forma desordenada a territorio mexicano.
Para nadie es secreto que el Gobierno Federal ofreció albergue a quienes aseguraron que venían huyendo de la violencia y la pobreza de sus países; incluía en el paquete humanitario darles trabajo y otros beneficios sociales, lo que provocó el éxodo de aproximadamente unos 20 mil extranjeros, entre los que destacaron hondureños, salvadoreños y guatemaltecos.
Nadie duda que abrir la frontera sur se hizo con un espíritu de ‘amarás a tu prójimo como a ti mismo’, sin embargo, la mayoría de los migrantes indocumentados traían otros planes, usar el suelo mexicano y la benevolencia de su Gobierno para llegar a la frontera norte y brincar ‘el charco’; fue un plan con maña, porque todos traían menores de edad que les servirían como escudos humanos para burlar las leyes norteamericanas.
Este tema nos obliga a analizar quién gana más con el programa de protección a migrantes, el cual ha sido minimizado por el Gobierno de los gringos y parece haberle pasado a los mexicanos el pago completo de esta factura .
Para nadie es secreto que el nuevo Gobierno ha anunciado hasta el cansancio que está luchando por la cuarta transformación, cuyos pilares fundamentales para crearla son entre otras cosas: el combate a la corrupción, crear fuentes de trabajo y aplicar la austeridad republicana, para dar ese salto al cambio de un Gobierno alejado de todos los males que cultivaron los exgobernantes y exfuncionarios que les antecedieron .
El problema fue que Donald Trump, sabiendo de su poderío económico y militar, inició su acostumbrado juego del gato y el ratón, que ha jugado con otras naciones del tercer mundo a las cuales ha terminado doblegándolas por medio de la fuerza militar o el terrorismo económico, siendo ésta última estrategia la que está aplicando a los mexicanos, bajo el argumento del éxodo migratorio centroamericano y caribeño, que durante casi cinco meses del 2019 ha tenido un flujo desmesurado hacia la frontera del norte.
Las caravanas de migrantes indocumentados que tomaron como trampolín el territorio mexicano, aumentaron los índices delictivos de esta nación en la que están obligados a permanecer porque que las autoridades norteamericanas no les permiten pasar a su territorio tan fácilmente como lo hicieron de Guatemala a México; siendo ahí donde la puerca empezó a torcer el rabo, ya que la falta de dinero, trabajo y la desesperación los obligan a delinquir, mendingar o prostituirse para sobrevivir.
Los expertos en estos menesteres juran y perjuran que el país azteca no es todavía el lugar seguro para los migrantes que huyen de la violencia y la pobreza, ya que el nuevo Gobierno está empezando a tratar de combatir esos flagelos sociales, por lo que ni los propios connacionales se salvan de la inseguridad, falta de fuentes de trabajo, así como tampoco han podido erradicar la corrupción, lo que nadie duda ya se está combatiendo, pero falta mucho camino por recorrer; y ahora se dificultará un poco más debido a que seis mil policías de la Guardia Nacional tendrán que encargarse de formar el muro humano para detener la migración, compromiso que se hizo con el envalentonado rey del norte que no deja sus bravuconadas y amenazas, en caso de que el Gobierno Mexicano no le cumpla su capricho.
Los soconusquenses han echado las campanas al vuelo, considerando que los seis mil miembros de la Guardia Nacional, que hasta ayer aún no definían su presencia en esta frontera sur, va a inhibir la delincuencia organizada que ha sentado sus reales a lo largo y ancho de los municipios ubicados en el corredor de los migrantes, sobre la costa de Chiapas.
Y ojalá así sea, aunque los analistas en este tema, consideran que la tarea principal de los militares será controlar el flujo migratorio, que es el compromiso principal en estos momentos del Gobierno mexicano con el de Estados Unidos, consecuentemente, eso podría seguir dejando la ‘seguridad’ en manos de los cuerpos policiacos que ya estaban y no han servido ni para tiro de escopeta.