• Usuarios necesitan realizar depósitos en efectivo y no han podido migrar a otros bancos.
Tapachula, Chiapas 5 de Diciembre del 2025.- El cierre definitivo de la única sucursal de HSBC en Tapachula continúa afectando gravemente a cientos de usuarios que dependen de los depósitos en efectivo para su operación diaria. Lejos de ofrecer una transición ordenada, el banco ha guardado silencio, dejando a cuentahabientes, comerciantes y empleados en la incertidumbre total. La falta de información oficial ha alimentado la percepción de que la decisión se tomó sin medir el impacto regional ni ofrecer soluciones mínimas a los afectados.
Clientes relatan que no han podido migrar a otra institución bancaria debido a que las alternativas más cercanas se encuentran en Comitán o Tuxtla Gutiérrez, lo que implica tiempo, traslados y costos. Mientras tanto, pequeños comerciantes que depositaban sus ventas diarias en la sucursal cerrada ahora recurren a tiendas de conveniencia, pagando comisiones innecesarias que merman sus ingresos.
La preocupación se ha extendido a nivel institucional. La Secretaría de la Frontera Sur, a través de su titular, ha señalado el hermetismo preocupante de la empresa y la afectación que esta situación provoca en una zona clave para la economía y la inversión. Pese a ello, HSBC no ha ofrecido claridad alguna ni ha explicado públicamente las razones detrás de su retiro.
El cierre en Tapachula se suma al de San Cristóbal, reforzando la idea de una retirada abrupta del banco en la región. De forma extraoficial, se sabe que empleados han sido liquidados gradualmente, aunque aún no se ha completado el proceso, lo que profundiza la incertidumbre laboral.
La ausencia de una postura formal de HSBC no sólo afecta la confianza de sus usuarios, sino que plantea un cuestionamiento mayor: ¿qué responsabilidad tienen las grandes instituciones financieras cuando deciden abandonar comunidades enteras sin informar, sin planear y sin reparar las consecuencias sociales que dejan atrás? EL ORBE/ Ernesto L. Quinteros.





