Dios quita y pone reyes; da la sabiduría a los sabios, y la ciencia a los entendidos. (Daniel 2:21)
Me Canso Ganso
Oscar D. Ballinas Lezama
Como ‘palo de gallinero’ puso Andrés Manuel López Obrador al presidente saliente Enrique Peña Nieto, quien entrampado en el protocolo del cambio de estafeta sexenal, tuvo que aguantar la andanada de reproches camuflados que por más de 40 minutos le soltó el ‘Santón de Macuspana’ a boca de jarro.
Fue una regañada de ‘Padre y Señor nuestro’, aunque bien merecida, y que diga le fue bien al ‘Señor de las reformas’, que de entrada sintió un baño de agua fría cuando el nuevo dueño de la silla del águila confirmó, en forma oficial, que la reforma educativa será cancelada.
Ni bien se secaba las primeras gotas del sudor provocado por el nerviosismo, Peña Nieto tuvo que aguantar otro de los mandarriazos de ‘Se lo digo a Juan, para que lo escuche Enrique’: “reafirmo el compromiso de que el Presidente de México nunca dará la orden de reprimir al pueblo, ni será cómplice o encubridor de violaciones a los derechos humanos”. Seco el elotazo.
Hubo un momento en que los legisladores panistas y priistas del Congreso de la Unión trataron de armar la ‘cámara húngara’ en los momentos en que López Obrador agradeció la presencia del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, pero el pequeño grupo de voces discordantes no tuvo eco y fueron ignorados por la mayoría que siguió escuchando nombres de la abultada lista de invitados.
Otro momento que trataron de aprovechar los Diputados, que ahora ‘conforman la oposición’ en la máxima tribuna del pueblo, fue cuando el nuevo Tlatoani del país explicaba que combatirá la corrupción y el influyentismo, así como que ya no habrá necesidad de aumentar impuestos ni subir los precios de los combustibles; la respuesta fue el grito de desaprobación de panistas y priistas, a quienes en contrarréplica, el político tabasqueño les soltó una bomba que les explotó en plena cara a los inconformes y a manera de respuesta: ”ahora resulta que los que aumentaron el precio de los energéticos, están pidiendo que se bajen”.
Luego volvió a mencionar los proyectos que trae en su costal de esperanzas para el pueblo mexicano, destacando el tren maya, siembra de árboles frutales y maderables en las entidades del sureste del país; al referirse al nuevo aeropuerto en Santa Lucía, aseguró que éste será concluido en tres años, “me canso ganso”, apuntó.
No dejó de mencionar que en la franja fronteriza del norte que colinda con Estados Unidos nacerá un paraíso para los que vivan en esa zona de la geografía mexicana, ya que el plan es crear ahí desde el primero de Enero del 2019, la zona libre más grande del mundo, en donde se cobraran impuestos comparables a los del otro lado de la frontera, así como el precio de los energéticos costarán lo mismo que en California, Arizona, Nuevo México y Texas.
Añadió que en esa misma franja fronteriza se reducirá el IVA del 16 al 8 por ciento, el Impuesto Sobre la Renta bajará al 20 por ciento, la gasolina, el gas y la electricidad costarán menos que en el resto del país, y se aumentará al doble el salario mínimo; con la finalidad de crear la última cortina de desarrollo para retener con trabajo y bienestar a los compatriotas en el territorio nacional.
Ante un Peña Nieto que a esas alturas ya no sólo sudaba frío, sino que tenía el rostro completamente desencajado, el Peje no soltó las amarras y remarcó: ”el Estado se encargará ahora de las desigualdades sociales, no se seguirá desplazando a la justicia social de la agenda de Gobierno, no se condenará a los que nacen pobres a morir pobres, todos los seres humanos tienen derecho a vivir y ser felices”.
Luego remató diciendo que cobraría un salario 40 por ciento menos que lo que cobraba el Presidente saliente, por momentos emulaba a la cantante Paquita la del Barrio, con aquella frase de: ‘me estás oyendo inútil’.
Encarrerado, prosiguió: ”es inhumano utilizar al Gobierno para defender intereses particulares, y desvanecerlo cuando se trata de proteger el beneficio de las mayorías, no es lícito, no es jugar limpio, defender la facultad del Estado para rescatar instituciones financieras en quiebra y considerarlo una carga cuando se busca promover el bienestar de los más necesitados”.
Y así se la llevó todo el discurso, convirtiendo a Peña Nieto en el chompipe de la fiesta, quien pedía a Dios con todas sus fuerzas que terminara el martirio de su crucifixión política; sólo faltó que le colocaran en la cabeza una corona de espinas.
Fue como pagar las verdes por las maduras; sin embargo, la mayoría de los mexicanos no quita el dedo del renglón y exigen que las ratas de éste sexenio sean encarceladas y les quiten lo que se robaron. ‘Justicia sí, borrón y cuenta nueva no’, es el grito lleno de indignación del pueblo mexicano, que ya no quiere queso sino salir de la ratonera.
Por su parte, un día antes de la toma de posesión del nuevo Presidente, el gobernador electo de Chiapas, Rutilio Escandón Cadenas, comparó al tabasqueño como un apóstol de la justicia social, un hombre sensible a las necesidades de la gente, afirmó el chiapaneco que el 8 de Diciembre tomará la batuta de éste gobierno.
Finalmente, Escandón Cadenas, expresó: ”la hora del sur y el tiempo de Chiapas ha llegado”, nadie duda que lo hace confiado en el conocimiento que tiene del pensar y proceder del ya nuevo Tlatoani azteca, con quien ha incursionó en la política y ha caminado a ras de tierra durante muchos años.