viernes, abril 19, 2024
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ALFIL NEGRO

Caminantes sin Destino
Oscar D. Ballinas Lezama

La fuga de aproximadamente unos 700 migrantes que, al parecer, se encontraban hacinados en la Estación Migratoria ‘Siglo XXI’ en Tapachula, es otra llamada de atención para las autoridades federales y no abandonen a su suerte a los encargados del Instituto Nacional de Migración en Chiapas, así como a los extranjeros que invitaron y no les han avisado que la fiesta ya se terminó.
Para nadie es secreto que las instalaciones de la Estación del INM, hechas en el mismo modelo de las cárceles actuales de los Estados Unidos de Norteamérica, solo tienen capacidad para albergar aproximadamente unos 900 extranjeros, que son asegurados por falta de documentación oficial al no acreditar su legal estancia en este país y han tenido que meter apretujados a casi dos mil de ellos.
Debido a la política federal de puertas abiertas, que por razones humanitarias se había implementado en esta frontera sur; cacaraqueada por la misma secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, los migrantes de diversos países se dejaron venir en montón y pronto rebasaron los 30 mil buscadores de una nueva vida.
La Secretaria, al visitar la frontera en Suchiate para saludar a los migrantes abarrotados, les dijo claramente: ”El Gobierno Federal les extiende una mano generosa a esta emergencia humanitaria, aceptando el ingreso ordenado, seguro, regular de miles de hermanos centroamericanos”, quienes le aplaudieron y ovacionaron, sin embargo, poco o ningún caso le hicieron y se metieron como ‘Pedro por su casa’ a nuestro país.
Al principio todo fue ‘miel en hojuelas’, las caravanas de centroamericanos, principalmente, ingresaban al país derribando las puertas de la frontera en el río Suchiate, insultando a las autoridades y exigiendo ser atendidos conforme al ofrecimiento presidencial, por lo que se les permitió caminar rumbo a la frontera norte, atendiéndoles con alimentación, ropa, techo para pernoctar, atención médica y medicamentos, así como el abanderamiento de las patrullas de la Policía Federal y vehículos de Protección Civil.
Desafortunadamente, el éxodo terminó enfureciendo al ‘Rey del norte’, quien amenazó al Gobierno mexicano con cerrarle la llave económica en la frontera norte, sobre todo no dejando salir las divisas que ingresan a México enviadas por los mexicanos en Norteamérica, terminando así el Gobierno azteca la ‘luna de miel’ con las caravanas de migrantes, que a esas alturas ya rebasaban los 20 mil extranjeros indocumentados, incluyendo maras y otros integrantes con antecedentes criminales.
Con la contraorden federal los Gobiernos Municipales y las dependencias federales como el INM, tuvieron que dar marcha atrás y se inició la cacería de extranjeros indocumentados que quedaron varados en los municipios de Suchiate, Metapa, Tapachula, Huixtla, Mapastepec, Tonalá y Arriaga, en donde se formó un cerco de aseguramiento.
Debido a que la cantidad de migrantes centroamericanos y caribeños era demasiada, no tuvieron más remedio que encapsularlos en albergues improvisados, como la Feria Mesoamericana en Tapachula y en las garitas de Huehuetán, Mapastepec y Arriaga.
Aunado a la presunta orden para detenerlos, el INM en Tapachula suspendió el trámite de regularización migratoria y las cambiaron por las Tarjetas de Visitante Regional, con la que supuestamente pueden transitar en todo el Estado de Chiapas, sin embargo, para no arriesgarse a que los extranjeros escapen hacia el norte, en la práctica procedieron a invalidar esos documentos e iniciaron la persecución de los sin patria.
En pequeños grupos los asegurados son trasladados a la Estación Migratoria en donde se presume que, hasta antes de la fuga de, cuyo destino es deportarlos sin importar los trámites legales que han hecho para obtener su número de NUT, que prácticamente los pone cerca del salvoconducto; presuntamente la orden es no dejar pasar fuera de Chiapas a centroamericanos y caribeños.
Las tarjetas por ayuda humanitaria también desaparecieron de un día para otro, mientras las caravanas de migrantes siguen llegando esperanzados en encontrar el paraíso prometido; lo más curioso del caso, es que siguen dejando que entren las caravanas de migrantes, cuyos integrantes confiados caminan por las carreteras del Soconusco y cuando menos lo esperan, son interceptados por las autoridades migratorias y otras corporaciones policiacas.
Los migrantes solamente alargan su agonía en el viacrucis que inician desde su país natal, al no ser detenidos de inmediato en la frontera del Suchiate, sino hasta después de caminar cientos de kilómetros bajo el ardiente sol, aún cuando Protección Civil del Estado ha hecho recomendaciones a las autoridades sobre el peligro que corren los niños y mujeres que se exponen a temperaturas de casi 42 grados bajo la sombra; los asegurados son enviados a la ‘Siglo XXI’ para su repatriación, lo malo es que ese lugar ya no da para albergar tanta gente.
El problema se agravó debido a la sobrepoblación que existe en las instalaciones de dicha Estación, en donde los migrantes ya se han amotinado cuatro veces, aunque el jueves pasado por la noche ha provocado la intervención de organismos internacionales, que supuestamente han recibido de los cubanos más de 78 quejas a través de la CNDH, sin embargo, las denuncias no han procedido por la burocracia de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, que cuando trata de iniciar el trámite de queja, el afectado ya fue deportado y el asunto queda sin efecto (algo similar a las citas con los médicos especialistas, que hace el Seguro Social).
Mientras eso sucede, el Organismo Internacional para las Migraciones, la ACNUR, que preside en Tapachula Kristin Riis Halvarsan, así como la misma Subsecretaría de Población de Asuntos Migratorios del Gobierno Federal, que preside Alejandro Encinas, quien ese mismo jueves de la fuga de migrantes estuvo paseando en algunos municipios de esta frontera sur, acompañado de otros funcionarios y legisladores, han sido -hasta ahora- como la carabina de Ambrosio.
Es necesario, dicen miembros de la sociedad soconusquense, que la Secretaría de Gobernación, a través del INM que preside Tonatiuh Guillén, se ponga las pilas y bajen recursos suficientes para apoyar la Delegación Estatal del Instituto de Migración en Chiapas, que por principio debe mejorar las condiciones de la Estación Migratoria en Tapachula, para poder agilizar los trámites de repatriación de los migrantes, quienes difícilmente podrán obtener ahora un salvoconducto, por la contraorden que supuestamente se dio desde la silla del águila; aunque se dice que para el 15 de Mayo próximo, el INM podría reiniciar los trámites de regularización migratoria. Vamos a ver dijo un ciego.

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