Gracias a Trump
Ernesto L. Quinteros
Creo que nadie, ni en sueños, imaginó que, gracias al presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, tendríamos algo que desde el inicio del Gobierno de la Cuarta Transformación en México, han pedido los diferentes sectores sociales de esta región fronteriza, “reforzar las medidas de seguridad”.
Atrás quedaron los discursos de que aquí en México se daría trabajo y mejores condiciones de vida a los migrantes, algo que en esta zona no tenemos, pero que incentivó aún más la migración centroamericana para que llegarán a territorio nacional.
Quedará también como una anécdota las declaraciones de Olga Sánchez Cordero, Secretaria de Gobernación, de que se implementaría un cerco de seguridad, pero hasta el Istmo de Tehuantepec (Oaxaca), dejando en la indefensión al Estado de Chiapas, en particular a todos los municipios que colindan con Guatemala.
Nadie, ni el grito desesperado de la población de esta región de que era necesario poner orden y tomar medidas extraordinarias de seguridad por el alto flujo migratorio, habían surtido efecto alguno en la Federación.
Debo admitir que, en lo particular, no me agrada la forma y el estilo de gobernar del mandatario estadounidense.
Pero en esta ocasión hizo algo que a nuestra gente nos beneficia, por lo menos en un aspecto. Presionar al Gobierno de México a que se reforzara la seguridad y evitar el desmedido e incontrolable flujo migratorio.
Claro, bajo una amenaza nada halagadora, que si no se detenía el intenso ingreso masivo de migrantes desde esta frontera, aplicarían aranceles a los productos mexicanos que ingresan a Estados Unidos.
En retrospectiva, si la Federación hubiera escuchado el clamor social de esta región fronteriza y, actuado en consecuencia, se hubieran ahorrado esa desagradable amenaza.
Es por ello que el secretario de Relaciones Exteriores de México, Marcelo Ebrard, confirmó que se planteó a las autoridades de Estados Unidos el despliegue de la Guardia Nacional (GN) en la frontera sur, sobre todo en la línea divisoria entre México y Guatemala.
Obvio, se trata de la nación más poderosa del mundo, y si el próximo lunes ponen impuestos a los productos mexicanos, los efectos económicos son de pronósticos muy adversos para los empresarios y productores nacionales.
Meterse a las patadas con Trump no es opción para el Gobierno de México, al contrario, si ya fue obligado a entrar a este juego orquestado desde la Casa Blanca, tiene que actuar con mucha inteligencia.
Mientras tanto, fuentes oficiales en México ya confirmaron la eminente llegada a esta zona fronteriza de seis mil elementos de la Guardia Nacional, quienes van a colaborar con el Instituto Nacional de Migración para detener el desproporcionado flujo migratorio procedente de diferentes países del mundo, principalmente de Centroamérica.
¿Se logrará contener con esta medida el intenso flujo migratorio?, es la duda.
Especialistas en el tema aseguran que no, que la medida funcionará para desacelerar significativamente el paso de migrantes, eso sí, pero no lo va a solucionar.
Esto, debido a que existen conflictos sociales, económicos y bélicos en diferentes naciones del mundo que está generando la expulsión de miles de familias en busca de mejores condiciones de vida.
Es por ello que el tema se vuelve cada vez más complejo y que es necesario de la cooperación internacional.
Además, urge que se combatan las causas de la migración en diferentes países. Iniciando por Centro y Sudamérica.
De lo Malo, lo Bueno.
Mientras esto sucede, los empresarios de Estados Unidos (EU) y México crearon una alianza para abordar los desafíos migratorios en la frontera norte, debido a la posibilidad de la imposición de aranceles por parte del país norteamericano.
El bloque está conformado por Thomas J. Donohue, presidente y CEO de la Cámara de Comercio de EU, y Carlos Salazar Lomelín, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE).
Y sabe estimado lector, ¿cuál es la mejor estrategia para detener la migración planteada por el sector empresarial de las dos naciones?, generar empleos.
Por cierto, hablando de esto, hay una propuesta muy interesante que se cocina entre el sector empresarial de Tapachula, en donde participan inversionistas, funcionarios, colegios, cámaras, etcétera. Pero de eso le platico después.
Por hoy ahí la dejamos. Nos leemos mañana. ¡Ánimo!
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