martes, abril 16, 2024
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ALFIL NEGRO

“El hombre es semejante a la vanidad; sus días son como la sombra que pasa” (Salmo 144:4)

Nadie es Inmortal
Oscar D. Ballinas Lezama

México ocupa ahora un fúnebre tercer lugar mundial, por la cantidad de muertes causadas por la pandemia del coronavirus, la que ha puesto en jaque a los gobiernos federal, estatales y municipales en todo el país.
Desesperados por no encontrar el ‘la punta del hilo de la madeja del coronavirus’, el inquilino del palacio nacional y el subsecretario de salud federal, parecen haber encontrado en el proceso jurídico de Emilio Lozoya, un descanso en medio de la tormenta de las crisis sanitaria y económica causadas por la pandemia.
’Nos cayó como anillo al dedo’, dirían los políticos a las pocas semanas de las advertencias de la Organización Mundial de la Salud, para que se prepararan contra los pronósticos de la catástrofe que se avecinaba, minimizaron el problema y al final ‘el chirrión se les salió por el palito’; ahora enfrentan más de 46 mil muertes y aproximadamente 360 mil casos de infectados, por un virus que no les ha dado tregua.
El control de la pandemia en México parece haberse salido de las manos de las autoridades, que no han tenido más remedio que crear semáforos sanitarios basados en los informes oficiales sobre la actividad del virus, buscando controlar las exigencias de una sociedad dolida por sus muertos y desesperada por el hambre.
Para nadie es secreto que la pandemia del Covid-19, ha puesto en jaque a todos los gobiernos del mundo, incluyendo los que creían ser invulnerables y poderosos, quienes ahora, están demostrando que no pueden controlar esta peste apocalíptica que ha despertado los demonios del miedo, colapsando la economía y recordándole a la gente que nadie es inmortal.
El gobierno federal en México no quiere dar su brazo a torcer, está viendo la tormenta y no quiere hincarse, ya está echando las y dando malos ejemplos a la población, afirmando que el cubre bocas no es del todo indispensable, que no hay que tener miedo y gozar de la libertad, aunque la patria esté convertida en un pandemónium por las muertes que provoca día con día el Covid-19,el 15 de septiembre habrá grito de dolores y el 16 celebrarán el acostumbrado desfile patrio.
Decenas de personas siguen muriendo por las constantes olas de contagio de Covid-19, la mayoría de las víctimas se van de este mundo sin entender cómo y cuándo se contaminaron con el virus; en Chiapas, el gobernador Rutilio Escandón Cadenas, ’no suelta las amarras’ e insiste con sus advertencias sobre la permanencia del coronavirus en esta entidad, y la necesidad de respetar las medidas preventivas.
El obispo de Tapachula, Jaime Calderón Calderón, mencionó en una carta recién enviada a la familia diocesana, que han sufrido la muerte de varios sacerdotes que fueron contagiados de coronavirus y añadió: “Nos ha tomado por sorpresa esta crisis humanitaria de salud, replegándonos a un confinamiento responsable en medio del sufrimiento, dolor y muerte de muchos hermanos”, dijo el pontífice.
Agregó que esta crisis ha puesto a la sociedad de frente a disyuntivas económicas, sociales y políticas, y no precisamente sanitarias, por lo que ha resultado muy complejo poder discernir sobre el momento en que podíamos retornar el camino.
“Nos parece que esta situación pandémica ha evidenciado el estilo individualista y egotista de la sociedad en que vivimos; la iglesia católica puede ayudar a construir de manera corresponsable una sociedad más humana y cristiana”, aseguró el pontífice.
Más adelante explicó, que la gente tiene que entender que no hay bien que por mal no venga, que ahora es cuando se puede cambiar y la sociedad debe buscar superarse ante los nuevos retos, dejando de creer ilusamente que las soluciones sólo vendrán de las autoridades competentes o de algún sector de la sociedad, cuando el problema es de todos y hay que caminar juntos, abundó el prelado.

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