Por Oscar D. Ballinas Lezama
Puro Circo Político
“Sólo el que carga el cajón, sabe lo que pesa el muerto” (refrán popular)
Ante un sistema de salud deficiente y el desprecio de sus autoridades a la pandemia del Coronavirus, algunos países del mundo han caído en la debacle sanitaria y económica que los tiene contra la pared, sin que, hasta ahora, encuentren una vacuna que salve la vida de millones de sus conciudadanos que siguen contagiándose y falleciendo a consecuencia del Covid-19.
Estados Unidos de Norteamérica, Brasil, México, la India y el Reino Unido, se han convertido en el epicentro mundial de la pandemia y las principales naciones con más cifras de muertos en el planeta, lo que no se puede minimizar ni ocultar con cortinas de humo, aunque se trate de amagues para encarcelar a ‘peces gordos de la política mexicana’, lo que aún está por verse y no vaya a ser solamente un distractor con ‘arranque de burro viejo’.
Ya lo dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador, que esta pandemia le cayó como anillo al dedo para fortalecer el objetivo de la cuarta transformación; el ‘Gran Señor del pueblo azteca’, ha visto la gran oportunidad que le cayó del cielo para seguir montado en su narrativa de anticorrupción, fortaleciendo a su administración y al partido Morena, que sigue dando tumbos rumbo al proceso electoral del 2021.
La salud pública no puede ir de la mano de la política, es por ello, que la inseguridad, las crisis sanitaria y económica que está viviendo México han pasado a segundo término, apabullados por el circo de tres pistas presentado en la Fiscalía General de la República, teniendo como actores principales a Emilio Lozoya, Enrique Peña Nieto y Luís Videgaray, que se han convertido en los villanos del sexenio anterior en donde se presume conformaron ‘la mafia del poder’.
Más allá de que las supuestas acusaciones de Lozoya Austin, sean fundadas en la verdad y tengan el visto bueno de la vox populi, si el delito de soborno ya prescribió, todo lo que se está haciendo contra los ‘tres chiflados’ del sexenio pasado, es un tongo distractor de los verdaderos problemas del país en donde se sigue respirando dolor y muerte con el coronavirus, así como pobreza e inseguridad con la falta de fuentes de trabajo y los altos costos en servicios y productos.
Para el ciudadano común y corriente lo que menos importa es saber si los políticos sinvergüenzas de los sexenios pasados, son llamados a declarar por hechos delictuosos que ya prescribieron o se les ‘procesa’ a ‘sana distancia’, dándoles por cárcel sus propias mansiones adquiridas con dinero de dudosa procedencia, sin que pisen la cárcel ni para ir a firmar el libro de ‘procesados’ y se les permita organizar grandes , lujosas y costosas fiestas, con la que restriegan su burla al pueblo que ultrajaron y robaron. ¿Esa la diferente justicia o más de lo mismo?
Si para el actual gobierno federal el plan anticorrupción es la ‘joya de la corona’, debe castigar por igual a todos los que están metidos en el ajo en el asunto de Odebrecht, empezando por el ‘judas’ que cínicamente exige castigo para sus cómplices, pidiendo a cambio las monedas de una ‘inocencia vergonzosa’ y su libertad; al margen de la ley nada; por encima de la ley nadie, (aunque se trate de un Judas), ha dicho siempre el presidente Andrés Manuel López Obrador .
Las cortinas de humo fabricadas con la no rifa del avión y la detención del narcotraficante ‘El Marro’, tampoco han podido ocultar la triste realidad que está viviendo nuestro país, ni el dolor de la gente por sus muertos ante la pandemia; la pérdida de los empleos de millones de mexicanos, la quiebra de miles de pequeñas y medianas empresas, el aumento de la delincuencia organizada y la originada por el hambre , el cobro exagerado por los servicios de luz y agua a través de instituciones gubernamentales, así como el alza en otros servicios y productos (principalmente medicamentos y comida), están crucificando a un pueblo conformado por más de 60 millones de pobres.
La angustia de millones de padres de familia que están batallando porque sus hijos no pierdan sus estudios, sobre todo los que asistían a escuelas privadas en donde ya no podrán pagar las colegiaturas; millones de niños y jóvenes están desertando de los centros educativos, porque sus progenitores se quedaron sin empleos y los más afortunados, ganando la mitad del salario para evitar que sus empresas sean cerradas y ellos despedidos.
Acaso estos problemas no son más prioritarios que montar un circo mediáticos para distraer a la ciudadanía, y aprovechar la publicidad para las próximas elecciones de gobernadores, Legisladores Federales, Locales y de Alcaldes, que de entrada los partidos políticos que reciben subsidio de los impuestos de la ciudadanía, sigan gastando miles de millones de pesos en las campañas de gentes que, con sus raras excepciones, solo llegan para robarle más al pueblo.
Para colmo, ahora la Organización Mundial de la Salud, salió conque en Rusia ‘a chuchita la bolsearon’ y que las declaraciones del presidente Vladímir Putín, sobre la posible vacuna contra el coronavirus fue otro circo, ya que no cumple con los protocolos de seguridad y representa un peligro para quienes sean vacunados. ¿Será? o también ya le entraron a la politiquería y las vidas humanas les valen “un soberano cacahuate”.
