“Amarás a tu prójimo como a ti mismo “(Mateo 22:39)
Tirando la Piedra
Oscar D. Ballinas Lezama
Conforme avanza el proceso electoral del 2021, se empiezan a escuchar los nombres de diversos posibles aspirantes a ocupar cargos de elección popular, no obstante que la fecha del registro de candidatos será en los primeros meses del año del ‘búfalo’.
Las redes sociales son utilizadas por mucha gente, que desde el anonimato de cuentas inventadas y con nombres falsos, aprovechan el espacio para enlodar a quienes pretenden buscar una candidatura y esa persona está en el sentir de la vox populi, que puede ayudarle a subir la escalera del éxito.
Esta práctica se ha utilizado en toda la historia de la política mexicana, sin embargo, ahora, con la existencia del internet y de las redes sociales, es más fácil ‘tirar la piedra y esconder la mano’, de ahí que se esté haciendo costumbre usar este medio de comunicación para difamar o calumniar a quien sea, sin que se aplique la ley a los infractores, quienes pueden ser localizados fácilmente por la policía cibernética.
Hay quienes son más ‘valientes’ y sin tener ‘los pelos de la mula en la mano’, critican abiertamente en base a cualquier ‘denuncia’ que algún enemigo encubierto del ultrajado, sube a las redes buscando terreno fértil para sembrar la semilla del odio en una sociedad harta de políticos mentirosos; muchos cibernautas reenvíen esos datos sin investigarlos, sólo replican dándolo por hecho y no dan a sus víctimas el beneficio de la duda.
Muchos jóvenes que están en desacuerdo con el viejo sistema de gobernar, critican y se quejan en las redes sociales (rara vez lo hacen cara a cara con el acusado, porque éste puede rebatirles y demostrarles que están equivocados) sin embargo, esas voces frescas que se pierden en el laberinto de las verdades a medias, o suposiciones que no se fundamentan con pruebas, no se atreven a levantar la mano y demostrar que son mejores que las personas a quienes acusan e injurian con sus letras.
Me parece que estamos equivocando el camino de la verdad, aprovechando un medio de comunicación que es difícil cuestionar porque nadie se responsabiliza de su contenido, el que muchas veces ha sido creado por cibernautas fantasmas que se esconden en el anonimato.
No quiero decir que los aspirantes a ocupar cargos de elección popular sean blancas palomitas, porque en esta vida ninguno estamos libres de pecados, aunque hay de pecados a pecados, sin embargo, hay que ver quiénes se registran para las elecciones del 2021, analizarlos conforme a hechos reales y comprobados, dejando atrás las suposiciones y rumores que pueden ser difíciles de probar sin una sentencia legal definitiva.
El pueblo sabio y bueno tendrá la oportunidad de juzgar en su momento a los candidatos, analizar sus propuestas (si es que las traen) y sopesar su actuar como servidores públicos, si ya lo fueron, y su comportamiento en la sociedad en que se desenvuelven; en las urnas debe prevalecer la opinión que se tenga de cada uno de ellos y ellas.
Por lo pronto, los que suenan en el rumor del pueblo para ser posibles candidatos a los diversos cargos de elección popular son varios; pocos serán los escogidos por sus partidos políticos, y más pocos los elegidos por la mayoría ciudadana como sus gobernantes o legisladores. Dios guíe al pueblo bueno y sabio a la hora de elegirlos, pero sin odios ni resentimientos; todos somos integrantes de la misma sociedad, amigos, familiares, vecinos, compañeros de trabajo, estudios, deporte, etcétera; debería prevalecer en nosotros la armonía y el amor a nuestros semejantes. Sobre todo, en estos tiempos de pandemia, violencia y crisis económica. ¿No cree amable lector?
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