“La hierba está seca y puede arder”(refrán)
Que se Aplique la Ley
Oscar D. Ballinas Lezama
Lástima que en este país gran parte de sus ciudadanos ‘no tengan memoria’, no han pasado ni 30 días de la tragedia del metro en la urbe de hierro y una final de futbol, la enterró en el olvido; así es nuestro México lindo y querido.
Miles de ciudadanos que llegaron al estadio en donde se llevó a cabo este encuentro deportivo, retaron a la muerte vestida de Coronavirus, creyendo que un partido de futbol bien vale una vida; ahora hay que esperar el tiempo de incubación del virus, para saber cuántas serán sus nuevas víctimas, ojalá que no haya ninguna.
Si bien se anuncia con bombos y platillos, que ya se han vacunado aproximadamente 15 de los 130 millones de habitantes de esta nación, no es para echar las campanas al vuelo, cuando las cifras no oficiales muestran que faltan millones de gentes de la tercera edad que no han sido vacunadas.
En Chiapas, aumentan cada día los casos de contagios por Covid-19, sin embargo, oficialmente parece que no se reportan todas las muertes, sobre todo, las que han ocurrido en Tapachula, en donde familiares de las víctimas, se presume que apoyadas por las autoridades de salud o médicos sin ética, ocultan los motivos reales de esos fallecimientos.
Para nadie es secreto que en los últimos días miembros de una conocida una familia, al parecer se contagiaron en las actividades de la campaña electoral de un candidato, provocó la muerte de dos personas, mientras tres más de sus integrantes luchan entre la vida y la muerte. Lo más grave, es que presuntamente el jefe de familia ya tenía puesta las dos vacunas y aún así, murió.
En otras cosas, los circos mediáticos del Gobierno Federal tampoco han podido sepultar en el olvido las decenas de muertos y atentados en contra de políticos, los distractores se están dando por todos lados.
Chiapas se está cocinando aparte, aquí varios grupúsculos de vándalos aprovechan la imagen de una Escuela Normal, para crear el caos y distractores políticos en la víspera de las elecciones; tienen ya tres semanas realizando disturbios, la madrugada del sábado próximo pasado quemaron las instalaciones del INE.
Una verdadera chusma, al parecer manipulada por intereses de gentes oscuras, trata de aprovechar algunas inconformidades de los verdaderos estudiantes, que según el Gobierno ya les fueron cumplidas y no hay necesidad de llegar a los extremos del vandalismo.
Los daños materiales son incalculables, la ‘marabunta encapuchada’ toma como pretexto de sus acciones radicales, la detención de otro grupo que fue detenido con las ‘manos en la masa’ al estar causando destrozos y tener en su posesión material bélico, cohetones, bombas molotoc, etc.; ahora lograron robarse una pipa llena de gasolina y quemaron edificios.
La sociedad chiapaneca está cansada de este tipo de actividades antisociales, que aunadas a los bloqueos de carreteras y casetas de cobro, están causando el caos y la ingobernabilidad en esta entidad, por lo que de no encontrar soluciones a través del diálogo, debería aplicarse la ley.
La región del Soconusco también se tambalea por la falta de mano dura contra la delincuencia, algunos jueces siguen liberando delincuentes y estos, atacando a la sociedad; en Tapachula los malandracos actúan a sus anchas, cuando casualmente son detenidos tardan más en entrar que en salir de la cárcel y continúan asaltando, lesionando o asesinando a otras víctimas.
La pregunta que se hace la sociedad es, ¿en dónde están las diversas corporaciones policiacas , los Agentes del Ministerio Público y Jueces que apliquen correctamente nuestras leyes tan llenas de lagunas jurídicas?, ¿por qué los legisladores se preocupan más por leyes que dan acceso a las drogas, que las que ayudan a mejorar las condiciones de vida en una sociedad?
En Tapachula, al igual que en otros municipios de la frontera sur, la delincuencia ha crecido y se está posicionando estratégicamente de los espacios en donde operan a sus anchas; las viviendas abandonadas de Casas Geo, por ejemplo, han sido invadidas por hondureños, salvadoreños y guatemaltecos, quienes han convertido ese sector en un área con venta de toda clase de drogas, sin que ninguna autoridad se atreva a sacarlos de ese lugar, detenerlos y deportarlos.
El centro o corazón de la ciudad está en manos de los haitianos, cubanos y bandas de malandracos locales, que han convertido ese lugar en un muladar muy peligroso; ahí, frente al Palacio Municipal, a un costado de lo que fue la Casa de la Cultura que ha sido habilitada como museo; a todas horas del día, decenas de prostitutas locales y extranjeras ofrecen sus caricias al mejor postor, mientras la música de la marimba hace más atractivo la llegada de sus clientes.
Todo se hace al amparo de ‘los derechos humanos’, los delincuentes extranjeros e indocumentados no pueden ser tocados ni con el pétalo de una rosa porque tienen la protección de ese organismo defensor, sin embargo, los mexicanos muertos, asaltados y violados por esa gentuza, no disfrutan de ese mismo derecho y reciben todo el peso de la ley cuando llegan a cometer un delito similar al que cometen los extranjeros.
Ojalá que los nuevos legisladores que sean electos por el pueblo, lleguen a hacer su chamba y se concentren en ver que las leyes se apliquen contra quienes las infrinjan; que se obligue a las autoridades a realizar su trabajo de combatir realmente la delincuencia, empezando por los Ayuntamientos, en donde la policía carece de profesionalismo e impera la corrupción.
Un saludo para mi amigo Enrique Zamora Morlet, candidato plurinominal a una Diputación plurinominal del Partido Verde, quien el domingo próximo pasado, fue invitado al cierre de campaña del popular ‘Yayo’ en Acapetahua.
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