“Por la gracia y misericordia de Dios, he vuelto. Gracias a todos quienes se preocuparon por mi salud, me tendieron la mano y ayudaron a levantarme, Dios les bendiga siempre”. (Oscar D. Ballinas)
Octubre Negro
Hoy, en la Ciudad de México podrían llevarse cabo algunas marchas para recordar los cientos de muertos y heridos, en su mayoría estudiantes agredidos por los ‘cuchillos largos” (ejército), aquel dos de Octubre negro; siendo presidente de la República Octavio Díaz Ordaz.
Como en el caso reciente de Ayotzinapa, esa matanza de estudiantes en el 68, los verdaderos responsables quedaron en la impunidad, para vergüenza de un país que parece no encontrar el rumbo y sus ciudadanos, ya no ven lo duro sino lo tupido.
Más allá de estos problemas de inseguridad que generaron los abusos de gobernantes y sus autoridades, México no parece salir de esa debacle y ahora está entrampado en una crisis sanitaria, generada por una pandemia que parece haber llegado para quedarse causando muertes y otros daños colaterales en la salud y la precaria economía de los mexicanos, que continúan sin saber a qué santo encomendarse.
Los discursos de muchos políticos que no han podido con este ‘paquete de origen internacional’ se van por un lado, evadiendo la realidad y confundiendo a la población, sobre todo, por el número de laboratorios que han dado paso a infinidad de vacunas, las que los científicos siguen dudando de la efectividad de algunas, al grado que en Estados Unidos no permiten que ingresen a su territorio quienes se hayan aplicado vacunas que no hayan pasado por la aprobación de los norteamericanos, considerando que algunos de estos antivirus carecen de efectividad preventiva contra el Covid-19.
En México, las cifras oficiales siguen mostrando que la peste del siglo XXI está incrementando el número de sus víctimas, sin embargo, la sociedad parece haberse acostumbrado a la peligrosidad del virus, por lo que han bajado la guardia y una gran mayoría no sigue los protocolos sanitarios; el cubrebocas, la sana distancia, lavarse las manos constantemente y evitar lugares con mucha gente, parece ser cosa del pasado; ven la tormenta y no se hincan.
Las instituciones de Salud, el Gobierno Federal, los estatales y municipales ya no saben cómo decirle ni cómo obligar a la gente irresponsable, que con su actitud se convierten en caldo de cultivo de la pandemia; en Chiapas, por ejemplo, no hay día en que el Gobierno del Estado y los encargados de la vacunación en el IMSS adviertan a la ciudadanía de la urgente necesidad de ponerse la vacuna anticovid.
Los bares, discotecas, casinos, transporte público, colectivos, mercados, entre otros lugares, se han convertido en incubadoras de la peste, generalmente en esos espacios no se guardan las medidas sanitarias exigidas por la Secretaría de Salud.
En otras cosas, se iniciaron los cambios de las administraciones municipales en la entidad chiapaneca, se espera que los que llegan den su mejor esfuerzo y trabajen como Dios manda, mientras los que se van, entreguen cuentas claras de su administración y no al rato sean llamados a cuentas y puedan terminar hasta en la cárcel.
Nos escribe nuestro amigo el exgobernador de Chiapas, Roberto Albores Guillén, para darnos a conocer algunos de sus análisis de la política mexicana, afirmando entre otras cosas: “Este gobierno se ha abocado a condenar a sus antecesores neoliberales; es la esencia y la razón de ser de lo que ellos llaman el cambio verdadero. No es tarea fácil, su realización tiene grandes complicaciones. Mucha agua ha corrido bajo el puente, el mundo cambió y México también; la globalización es una realidad universal, nuestro crecimiento económico depende del exterior”.
El político chiapaneco asegura que será muy difícil recobrar para el Estado mexicano las instituciones y propiedades privatizadas, de igual forma, sentencia que será fácil recobrar la energía eléctrica y el petróleo, mencionando que el fenómeno se complica aún más por la pandemia, la parálisis económica, la violencia y la inseguridad.
Por otro lado, hay mucha gente que le apuesta a que el actual Gobierno Federal saldrá avante; Andrés Manuel López Obrador, aunque casi ha concluido sus tres primeros años y ha entrado en la cuenta regresiva de la sucesión presidencial, tendrá que seguir y concluir su sexenio, más allá de la cacaraqueda revocación de mandato, que según los analistas de la política, no tiene legitimidad porque la ley no puede aplicarse de manera retroactiva y esta reforma constitucional no aplica para el actual Gobierno, considerando este asunto como otro distractor político, sin beneficio para nadie.
Dios los bendiga a todos, por favor, usen cubrebocas, lávense las manos constantemente, eviten asistir a lugares muy concurridos, sobre todo si no están ventilados.
