EU y Narcoaranceles: Otra
Vuelta de Tuerca al Cerco
Carlos Ramírez
Es de esperar que la estrategia de seguridad mexicana de relación bilateral con Estados Unidos siga trabajando en torno a la prioridad de prioridades del Gobierno del presidente Trump: la desarticulación física, política e institucional de los cárteles de narcotráfico aquí para negar, en los hechos, la acusación oficial del Palacio Oval de la Casa Blanca de que México es un narcoestado.
El anuncio formal del Comando Norte de EU (USNORTHCM) del despliegue del buque destructor USS Spruance (DDG III) en aguas del océano Pacífico cerca de México endurece más el cerco de seguridad militar de Washington alrededor de la República, de acuerdo con el mapa y las evidencias publicadas aquí apenas el viernes pasado (https://elindependiente.mx/edicion-impresa/2025/03/21/el-independiente-no-774/).
A nueve días del martes 2 de abril en que vence el plazo del presidente Trump para hacer operativos, los narcoaranceles aprobados a principios de marzo como castigo a México por no responder a la exigencia estadounidense de aplastar las estructuras físicas y humanas del narcotráfico en México y entregar a los narcopolíticos, el aparato de seguridad mexicano no debe olvidar que el pasado 5 de febrero, por instrucciones presidenciales, el Departamento de Estado decretó como terroristas a seis cárteles mexicanos que siguen operando en México y que Trump no usó el mecanismo ilegal de los narcoaranceles solo para asustar a Palacio Nacional con el petate del muerto, sino que realmente está esperando acciones operativas inmediatas contra estructuras de los cárteles y al resto de narcopolíticos.
El Gobierno mexicano está esperando que el Presidente regrese a la normalidad del tratado comercial, pero justo el pasado fin de semana el propio Trump declaró que está trabajando para que las plantas automotrices americanas que existen en México regresen a territorio estadounidense.
Entre los narcoaranceles, el narcoterrorismo y el desmantelamiento del Tratado en el área automotriz se configura un escenario realmente desafiante para México, que exige soluciones más allá del nacionalismo histórico que fue destruido por el presidente Carlos Salinas de Gortari cuando firmó y aprobó el TCL a finales de 1993.
Lo complicado para el Gobierno de la presidenta Sheinbaum es que tampoco confía en el Tratado, y como Trump está tomando decisiones que están desmantelando los mecanismos de funcionamiento del acuerdo, como por ejemplo el incumplimiento de compromisos con el maíz transgénico, las decisiones para restaurar la hegemonía del Estado en el sector eléctrico el petrolero y la puerta de atrás que entregó a China áreas productivas que debieron haber sido promovidas para productores mexicanos.
En el ánimo del presidente Trump, el próximo 2 de abril estará un detalle que en México parece no preocupar: desde el 5 de febrero los cárteles mexicanos son terroristas y por tanto justifican acciones radicales de la Casa Blanca para combatirlos en territorio mexicano, lo que estaría explicando el cerco militar y de espionaje de EU sobre México, y sobre todo, la instalación formal de asesores militares de los Marines y de los Boinas Verdes que solo tienen la prioridad de estudiar in situ el territorio físico, delictivo y político de los cárteles en modo de terroristas. Y por si fuera poco, el embajador de Trump en México, Ronald Johnson, ya declaró que van tras los cárteles como narcoterroristas y que México sigue siendo un narcoestado.
A veces pareciera que México está hablándole a Estados Unidos a través de un teléfono descompuesto, porque las acciones contra el narcotráfico en México se han agotado con el regalo de 29 narcos a Washington y decomisos importantes, pero que no satisfacen el apetito estadounidense, mientras Trump y todo su aparato del primer círculo de seguridad nacional sigue hablando en modo de narcolenguaje. Y México responde con nacionalismo de resistencia que ya diluyó el Tratado vigente de Salinas de Gortari y búsqueda de otros países para sustituir su comercio exterior.
A menos de que exista en México un operativo no público que en estos próximos días de ilsorpasso drástico contra el Cártel Jalisco Nueva Generación, el Cártel de Sinaloa, el Cártel del Golfo y La Nueva Familia Michoacana, el Cártel del Noroeste (escisión de Los Zetas), Cárteles Unidos, o se den cuando menos algunos pequeños golpes espectaculares, lo cierto es que México se enfila a padecer los narcoaranceles y hundirse en la recesión.
O puede que se dé el milagro de que Trump siga posponiendo los narcoaranceles por el temor recesivo en su vecino del sur.
Política Para Dummies: la política a veces tiene expresiones terroristas.
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