La presión y el ritmo agitado de la vida universitaria exponen a los jóvenes a diferentes enfermedades que, de no tratarse a tiempo, llegan a cobrar factura de manera grave.
«Además del estrés, el uso prolongado de pantallas, los cambios en los ciclos de sueño y los malos hábitos alimenticios pueden influir en las alteraciones de salud que se presentan en esta etapa», señala Diana García Reyes, médica en campus de la Universidad del Valle de México Coyoacán. Estas son algunas de las más frecuentes:
Cefaleas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que entre 50 y 75% de los adultos de 18 a 65 años han sufrido al menos una cefalea en el último año.
Este padecimiento se caracteriza por dolores de cabeza recurrentes y puede ser provocado por una mala postura, mucho estrés o, incluso, saltarse comidas. «También se deben al uso prolongado de pantallas, la falta de descanso y por consumir poca agua», apunta la doctora Diana García Reyes.
Entre las más comunes está la cefalea tensional, la cual a menudo empieza en la adolescencia y afecta más a mujeres que a hombres. Es descrita como «opresión alrededor de la cabeza».
La migraña, por otro lado, suele aparecer en la pubertad y su intensidad va de moderada a severa. Se identifica por dolor o pulsaciones en un solo lado de la cabeza, las cuales empeoran con la actividad física ordinaria.
Gastroenteritis.
Consiste en una inflamación del revestimiento del estómago y los intestinos. Por lo general es causada por virus, aunque también puede deberse a bacterias o parásitos. Entre sus principales síntomas se encuentran vómitos, diarrea y dolor en el abdomen. «Alrededor del 15% de nuestra consulta médica corresponde a alteraciones de vía digestiva», indica García Reyes. Si bien no suele ser grave, en ocasiones provoca deshidratación.
Resfriados y gripes.
Las enfermedades respiratorias en jóvenes varían desde resfriados comunes hasta neumonía, por eso deben identificarse los síntomas de manera oportuna. Los primeros se caracterizan por congestión nasal, irritación de garganta, estornudos, malestar general y aumento de temperatura leve.
La gripe se identifica por una aparición rápida de fiebre, tos, dolores musculares, así como una sensación de mucho cansancio. «Cuando un estudiante está enfermo de vías respiratorias, la principal medida es evitar acudir al campus para contener la propagación del virus», enfatiza García Reyes.
Para disminuir los riesgos, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) sugieren recibir la vacuna contra la gripe, lavarse las manos de forma frecuente, evitar tocarse la cara y cubrirse la boca al toser.
Infecciones de transmisión sexual.
Cada día, más de un millón de personas de 15 a 49 años contrae una infección de transmisión sexual, revela la OMS. Entre las más comunes están el virus del papiloma humano (VPH), herpes genital, clamidia, gonorrea, sífilis, ladillas y virus de inmunodeficiencia humana (VIH).
Por lo general se transmiten por contacto sexual, pero algunas como el herpes y el VPH se contagian por el roce de piel a piel. En cuanto a síntomas, secreciones inusuales, verrugas, picazón y micción dolorosa deben atenderse siempre.
«El principal mecanismo de barrera son los condones, tanto el tradicional como el femenino; sin embargo, no es garantía de que no se vaya a presentar una ITS. Sobre todo los estudiantes de los primeros semestres no están tan familiarizados con estos temas; les da pena preguntar», dice la médica en campus de la UVM Coyoacán.
Dolores musculares.
En los jóvenes pueden tener distintas causas, entre ellas, «malas posturas al dormir y al permanecer muchas horas sentados, aunque también el estrés favorece este tipo de contracturas», aclara la doctora.
La práctica de deporte se considera otro factor de riesgo, ya que los expone a lesiones como esguinces o distensiones. Entre los dolores más frecuentes están el de espalda (principalmente en la zona lumbar), cuello y hombros.
Para prevenir estas molestias se aconseja utilizar un buen respaldo al estar sentado y un escritorio que esté a una altura adecuada. Asimismo, se recomienda hacer pausas de manera periódica tanto para descansar el sistema músculo-esquelético como la vista, dado el uso de dispositivos electrónicos. Sun
La Juventud no es Garantía de Salud
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