Chiapas en la Ruta de la Paz y la Seguridad Pública.
Lo Más Relevante del Primer Informe de Gobierno de Eduardo Ramírez
Ernesto L. Quinteros
Bajo la premisa de que sin seguridad no hay nada, desde el inicio del actual sexenio gubernamental en Chiapas, encabezado por el gobernador Eduardo Ramírez Aguilar, se concentraron los esfuerzos institucionales en devolverle a la población de las diferentes regiones de la entidad “la paz y la tranquilidad”.
Un reto nada fácil, si hacemos una retrospectiva de cómo se encontraban los niveles de inseguridad en el anterior sexenio.
No hay que olvidar que en diferentes regiones de Chiapas, en el anterior sexenio, los grupos delictivos se empoderaron al grado de que había municipios donde las autoridades de seguridad no entraban.
También existían retenes en donde los delincuentes decidían quien entraba o salía de las comunidades.
Las ejecuciones estaban a la orden del día y en plazas públicas, y los desfiles de grupos armados hasta ya se habían normalizado.
Por eso vale la pena hacer un análisis del tema principal que dio a conocer en su primer informe el gobernador, quien desde que tomó posesión, a inicio de diciembre del 2024 a la fecha. El principal eje rector de su administración está dirigido a la “seguridad pública”.
El objetivo es y ha sido claro, devolver la “paz y la tranquilidad a las y los chiapanecos”, lo cual hay que reconocer, ha logrado en buena medida.
Implementando una nueva estrategia de seguridad, en coordinación con las autoridades federales y municipales.
¿Qué no ha sido fácil?… era más que obvio, y seguramente no faltará quien diga que hace falta mucho por hacer. Sin embargo, también hay que reconocer que hasta el momento se ha avanzado sustancialmente.
De entrada, ya no hay retenes en las carreras, también ya hay más patrullajes y sobre todo, se han fortalecido a los grupos de seguridad estatal.
Así como ha servido de mucho la creación del grupo de reacción inmediata Pakal. Una fuerza especial muy capacitada que ha logrado mantener a raya a los delincuentes.
Pero en números simples, si hacemos un comparativo entre las acciones de seguridad implementadas por el actual gobierno, encabezado por el denominado “Jaguar Negro”, con el anterior sexenio, nos daremos cuenta que hay una diferencia abismal.
Por eso en su reciente informe, Ramírez Aguilar sugiere que en Chiapas las condiciones han cambiado: “lo que antes parecía inalcanzable, ahora es una realidad”.
Por eso hay muchas expectativas de desarrollo y crecimiento de los diferentes sectores productivos en la entidad para el 2026, gracias a esa confianza de que hay seguridad pública y paz en las diferentes regiones de la entidad.
Incluso, el mandatario anticipó que el próximo año será de prosperidad compartida, consolidando lo iniciado en educación, con más alfabetización; turismo, restauración de microcuencas, apoyo al campo, prevención de la violencia contra las mujeres, infraestructura, atención a los municipios históricamente rezagados, protección de la niñez y respaldo a las juventudes, entre otros rubros prioritarios.
Afirmó que no habrá descanso mientras existan pendientes por resolver en Chiapas, y que continuará gobernando escuchando, obedeciendo y actuando de la mano del pueblo, porque así también se cumple con la palabra.
“Que lo sepa el mundo: Chiapas ha despertado y despierta para cumplir su destino, ser el gigante del sur al que está llamado. Chiapas estará de pie y jamás volverá a inclinarse; nunca verán a nuestras comunidades de rodillas, bloqueando caminos por causa de la delincuencia. Con fe en la justicia y fuerza en el alma, seguiremos cumpliéndole a Chiapas.
“Gracias, queridas paisanas y paisanos, por su apoyo, amor y cariño. Gracias, Chiapas. Seguiremos cumpliendo. ¡Que viva Chiapas!”, concluyó diciendo Eduardo Ramírez. ¡Más claro ni el agua!
Por hoy ahí la dejamos, nos leemos mañana.
¡Ánimo!
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