* EL FRENTE CÍVICO CIUDADANO AFIRMA QUE ENTRE LOS FLUJOS MIGRATORIOS VIAJAN PANDILLEROS, QUIENES SE DEDICAN A EXTORSIONAR A COMERCIANTES Y EMPRESARIOS DE LA REGIÓN.
Tapachula, Chiapas; 05 de Agosto del 2022.- «Los indocumentados están tratando de imponer sus leyes y pisotear las mexicanas, además de la delincuencia, inseguridad, y son protagonistas de muchos robos, asesinatos, extorsiones, secuestros, y no hay quien pueda ofrecer soluciones positivas a la atemorizada población», sostuvo, Pedro Pablo Scott Ramos, presidente del Frente Cívico Popular del Soconusco.
En entrevista para rotativo EL ORBE, aseguró que este clima de zozobra es consecuencia del ingreso ilegal de miles de migrantes a México, en éxodos en donde vienen infiltrados infinidad de malhechores, quienes se han dedicado a delinquir.
Explicó que al arribo de las caravanas de migrantes, también llegaron a Tapachula los Maras, de El Salvador, que son quienes se han dedicado a exigir dinero a empresarios y a transportistas, a quienes los amenazan de muerte si no les pagan lo que aquí se conoce como «cobro de piso» o «impuesto de guerra», causando un gran temor en todos los sectores de la población.
Eso mismo ha causado que los turistas guatemaltecos que normalmente llegaban a la localidad por cuestiones de compras o en plan de entretenimiento, ahora se hayan alejado debido a la presencia de los ilegales y de la forma impune en la que hacen desmanes y actos de violencia, señaló.
Agregó que esta anómala situación afecta en gran medida a los habitantes de Tapachula, ya que no se ve por ningún lado que las acciones para frenar esa situación derivada de la llegada de esos extranjeros.
Dejó en caro que son bienvenidos todos los visitantes, incluyendo a los que llegan de otros países, pero los que arriban de manera legal, con sus documentos en regla, que son acompañados por sus familias por temas recreativos y comerciales, pero no los que ocultan su identidades por sus pasados delictivos, que cruzan por pasos informales, que agreden a las autoridades y a la sociedad, y menos los delincuentes. EL ORBE / Nelson Bautista