* En el Palacio de Buckingham.
Estados Unidos.- La muerte de la Reina Isabel II ha reunido en Londres a cientos de jefes de Estado y dignatarios de todo el mundo, que ayer domingo asistieron a una recepción ofrecida por el nuevo monarca británico, Carlos III, antes del funeral de Estado que se oficiará hoy, lunes, en la Abadía de Westminster.
Los Reyes de España, Felipe VI y Letizia, estuvieron entre los cerca de 500 invitados al Palacio de Buckingham, junto con mandatarios como el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, los emperadores de Japón, Naruhito y Masako, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y soberanos de las casas reales europeas.
Los Reyes eméritos de España, Juan Carlos I y Sofía, acudieron asimismo a la recepción. Ambos accedieron juntos al Palacio, algo más de media hora antes de la llegada de los actuales jefes de Estado españoles.
El Ministerio de Exteriores del Reino Unido, que coordina la organización del funeral de Isabel II, ha dispuesto autobuses para trasladar a la mayoría de dignatarios a los principales actos previstos durante estos días a fin de facilitar la movilidad por el centro de la capital británica.
Biden, así como el presidente de Francia, Emmanuel Macron, el Rey Abdulá II de Jordania y otros líderes tienen, pese a todo, el visto bueno del Gobierno para circular en sus propios vehículos.
Muchos de los mandatarios invitados al funeral presentaron ayer sus respetos ante el féretro de Isabel II, fallecida el 8 de septiembre a los 96 años, que permanece en una capilla ardiente en el Palacio de Westminster por la que miles de ciudadanos continuarán desfilando hasta el lunes a primera hora de la mañana.
Felipe VI y Letizia visitaron por la tarde la capilla ardiente. Los Reyes, que llegaron a la capital británica en un Falcon del Ejército junto con la reina Sofía, coincidieron en Westminster Hall con los Reyes de Suecia y el presidente de la Cámara de los Comunes, Lindsay Hoyle, indicaron fuentes diplomáticas españolas.
Poco después, el Presidente de Estados Unidos, acompañado por la Primera Dama, mantuvo unos minutos de silencio frente a los restos mortales de la soberana británica. Biden ensalzó la «noción de servicio» que representaba.