Tapachula, Chiapas, 3 de abril de 2025.- Los ciudadanos tapachultecos han comenzado a alzar la voz, exigiendo una intervención inmediata de las autoridades estatales ante la creciente inseguridad y desorden que caracteriza al sistema de transporte público en la ciudad. Esta exigencia no es nueva, pero toma fuerza en un contexto de creciente preocupación por la vida y bienestar de los usuarios, principalmente debido a las condiciones laborales de los conductores y la negligencia de las autoridades en el tema.
Entrevista para el rotativo El Orbe, Eduardo de Evaristo Ángeles Arenas, Consejero del Bloqueo Social de Izquierda Nacional Ciudadana, habló en nombre de los ciudadanos Tapachultecos, señalando que la situación del transporte público es un problema que persiste, a pesar de las promesas de mejora de administraciones pasadas.
Denunció un “vacío de autoridad” que facilita la presión excesiva que los concesionarios ejercen sobre los choferes, quienes se ven obligados a cumplir con cuotas exorbitantes. Esto genera un círculo vicioso que afecta tanto a los trabajadores como a los pasajeros.
Explicó que los conductores no solo enfrentan su propia problemática personal, sino que deben lidiar con la presión constante de sus patrones. Estos, en ocasiones, no cumplen con los objetivos establecidos, lo que provoca la rotación de conductores y la contratación de aquellos que puedan cubrir las demandas de los concesionarios.
Sin embargo, esto no solo genera un ambiente laboral insostenible, sino que incrementa los riesgos para los usuarios, quienes a menudo se ven expuestos a maniobras temerarias y malas prácticas, de los conductores.
El testimonio de los ciudadanos es claro, las «carreritas» constantes, el mal servicio, las groserías y la falta de consideración hacia los usuarios, especialmente niños y adultos mayores, son ya parte del día a día. Las caídas al subir o bajar de las unidades, empujones y el estrés de los pasajeros son solo algunas de las consecuencias que se viven a diario.
Los choferes, presionados por cumplir con sus cuotas, terminan arriesgando no solo sus vidas, sino también las de quienes dependen del transporte público para movilizarse.
Por ello, los habitantes de Tapachula hacen un llamado urgente a las autoridades estatales. Exigen que se tomen medidas inmediatas para regular y ordenar el sistema de transporte público, mejorar las condiciones laborales de los conductores, y garantizar la seguridad de los usuarios.
En sus demandas, apuntan a que las buenas intenciones de los gobiernos no se queden en promesas vacías ni en eslóganes publicitarios, sino que se materialicen en un cambio real, que permita mejorar la calidad del servicio y las condiciones laborales para quienes hacen posible el transporte diario en la ciudad. EL ORBE/Nelson Bautista